Por favor, habilita JavaScript para ver los comentarios de Disqus.
La ciudad de Reino Unido donde puedes ver a un tiburón empotrado en un tejado

La ciudad de Reino Unido donde puedes ver a un tiburón empotrado en un tejado

no es una simple obra decorativa, es una protesta artística.

La ciudad de Reino Unido donde puedes ver a un tiburón empotrado en un tejado

no es una simple obra decorativa, es una protesta artística.

La ciudad de Reino Unido donde puedes ver a un tiburón empotrado en un tejado

no es una simple obra decorativa, es una protesta artística.

La ciudad de Reino Unido donde puedes ver a un tiburón empotrado en un tejado

no es una simple obra decorativa, es una protesta artística.

La ciudad de Reino Unido donde puedes ver a un tiburón empotrado en un tejado

no es una simple obra decorativa, es una protesta artística.

Oxford, Reino Unido - 11 de abril de 2015: El tiburón HeadingtonGetty Images

Entre las numerosas peculiaridades que se pueden encontrar en Reino Unido, destaca un curioso espectáculo arquitectónico: un tiburón empotrado en el tejado de una vivienda. Este inusual fenómeno no se encuentra en Londres ni en alguna de las icónicas ciudades británicas, sino en Headington, un tranquilo barrio de Oxford. Allí, una figura de tiburón parece haber caído del cielo pues atraviesa el techo de una casa residencial, dejando a turistas y vecinos igual de asombrados.

Esta impactante escultura es obra del escultor inglés John Buckley y se ha convertido en un símbolo de protesta y una atracción turística única. Fue inaugurada el 9 de agosto de 1986 y es conocida como The Headington Shark. esta estructura de fibra de vidrio representa un tiburón de 7,6 metros de largo y pesa 200 kilogramos. 

La ubicación exacta del Tiburón de Headington se encuentra en 2 New High Street, Headington, Oxford. Es un lugar de visita obligada para quienes buscan obras peculiares y llenas de significado histórico en el Reino Unido.

Su significado

El tiburón no es una simple obra decorativa, es un manifiesto artístico. Su instalación coincidió con el 41 aniversario del bombardeo nuclear sobre Nagasaki, un acto deliberado por parte de su impulsor, Bill Heine, quien era el propietario de la vivienda y un conocido presentador de radio. En colaboración con Buckley, Heine utilizó esta impactante obra para expresar su rechazo al uso de la energía nuclear, tras los desastres de Hiroshima, Nagasaki y, más recientemente en esa época, el accidente de Chernóbil.

El tiburón simboliza la amenaza repentina y devastadora que la energía nuclear representaba para la humanidad. Esta declaración se mantuvo firme incluso frente a la oposición inicial de las autoridades locales, que intentaron desmontarlo alegando la falta de permisos de construcción.

Controversia y aceptación

El Tiburón de Headington fue polémico desde su creación. El ayuntamiento de Oxford intentó trasladarlo a una piscina pública local, alegando preocupaciones de seguridad y normativas urbanísticas. Sin embargo, el apoyo de la comunidad y la atención mediática llevaron el caso hasta el gobierno central. Finalmente, en 1992, el Departamento de Medio Ambiente dictaminó que la escultura podía permanecer en su lugar al no representar peligro y por su valor como atracción visual.

Una obra que desafiaba el tiempo

Desde su instalación, el Tiburón de Headington ha sido restaurado y cuidado. En 2016, la casa y la escultura pasaron a manos de Magnus Hanson-Heine, hijo de Bill Heine, quien reafirmó su compromiso de preservar esta obra icónica.

Con su estructura de fibra de vidrio pintada para imitar a un tiburón real, la escultura sigue atrayendo turistas y capturando la atención de los medios. Ha sido protagonista de campañas publicitarias, objeto de historias ficticias del Día de los Inocentes e incluso tema de programas televisivos. Hoy, el Tiburón de Headington es un símbolo inconfundible de protesta artística y libertad creativa.

Entre las numerosas peculiaridades que se pueden encontrar en Reino Unido, destaca un curioso espectáculo arquitectónico: un tiburón empotrado en el tejado de una vivienda. Este inusual fenómeno no se encuentra en Londres ni en alguna de las icónicas ciudades británicas, sino en Headington, un tranquilo barrio de Oxford. Allí, una figura de tiburón parece haber caído del cielo pues atraviesa el techo de una casa residencial, dejando a turistas y vecinos igual de asombrados.

Esta impactante escultura es obra del escultor inglés John Buckley y se ha convertido en un símbolo de protesta y una atracción turística única. Fue inaugurada el 9 de agosto de 1986 y es conocida como The Headington Shark. esta estructura de fibra de vidrio representa un tiburón de 7,6 metros de largo y pesa 200 kilogramos. 

La ubicación exacta del Tiburón de Headington se encuentra en 2 New High Street, Headington, Oxford. Es un lugar de visita obligada para quienes buscan obras peculiares y llenas de significado histórico en el Reino Unido.

Su significado

El tiburón no es una simple obra decorativa, es un manifiesto artístico. Su instalación coincidió con el 41 aniversario del bombardeo nuclear sobre Nagasaki, un acto deliberado por parte de su impulsor, Bill Heine, quien era el propietario de la vivienda y un conocido presentador de radio. En colaboración con Buckley, Heine utilizó esta impactante obra para expresar su rechazo al uso de la energía nuclear, tras los desastres de Hiroshima, Nagasaki y, más recientemente en esa época, el accidente de Chernóbil.

El tiburón simboliza la amenaza repentina y devastadora que la energía nuclear representaba para la humanidad. Esta declaración se mantuvo firme incluso frente a la oposición inicial de las autoridades locales, que intentaron desmontarlo alegando la falta de permisos de construcción.

Controversia y aceptación

El Tiburón de Headington fue polémico desde su creación. El ayuntamiento de Oxford intentó trasladarlo a una piscina pública local, alegando preocupaciones de seguridad y normativas urbanísticas. Sin embargo, el apoyo de la comunidad y la atención mediática llevaron el caso hasta el gobierno central. Finalmente, en 1992, el Departamento de Medio Ambiente dictaminó que la escultura podía permanecer en su lugar al no representar peligro y por su valor como atracción visual.

Una obra que desafiaba el tiempo

Desde su instalación, el Tiburón de Headington ha sido restaurado y cuidado. En 2016, la casa y la escultura pasaron a manos de Magnus Hanson-Heine, hijo de Bill Heine, quien reafirmó su compromiso de preservar esta obra icónica.

Con su estructura de fibra de vidrio pintada para imitar a un tiburón real, la escultura sigue atrayendo turistas y capturando la atención de los medios. Ha sido protagonista de campañas publicitarias, objeto de historias ficticias del Día de los Inocentes e incluso tema de programas televisivos. Hoy, el Tiburón de Headington es un símbolo inconfundible de protesta artística y libertad creativa.

Entre las numerosas peculiaridades que se pueden encontrar en Reino Unido, destaca un curioso espectáculo arquitectónico: un tiburón empotrado en el tejado de una vivienda. Este inusual fenómeno no se encuentra en Londres ni en alguna de las icónicas ciudades británicas, sino en Headington, un tranquilo barrio de Oxford. Allí, una figura de tiburón parece haber caído del cielo pues atraviesa el techo de una casa residencial, dejando a turistas y vecinos igual de asombrados.

Esta impactante escultura es obra del escultor inglés John Buckley y se ha convertido en un símbolo de protesta y una atracción turística única. Fue inaugurada el 9 de agosto de 1986 y es conocida como The Headington Shark. esta estructura de fibra de vidrio representa un tiburón de 7,6 metros de largo y pesa 200 kilogramos. 

La ubicación exacta del Tiburón de Headington se encuentra en 2 New High Street, Headington, Oxford. Es un lugar de visita obligada para quienes buscan obras peculiares y llenas de significado histórico en el Reino Unido.

Su significado

El tiburón no es una simple obra decorativa, es un manifiesto artístico. Su instalación coincidió con el 41 aniversario del bombardeo nuclear sobre Nagasaki, un acto deliberado por parte de su impulsor, Bill Heine, quien era el propietario de la vivienda y un conocido presentador de radio. En colaboración con Buckley, Heine utilizó esta impactante obra para expresar su rechazo al uso de la energía nuclear, tras los desastres de Hiroshima, Nagasaki y, más recientemente en esa época, el accidente de Chernóbil.

El tiburón simboliza la amenaza repentina y devastadora que la energía nuclear representaba para la humanidad. Esta declaración se mantuvo firme incluso frente a la oposición inicial de las autoridades locales, que intentaron desmontarlo alegando la falta de permisos de construcción.

Controversia y aceptación

El Tiburón de Headington fue polémico desde su creación. El ayuntamiento de Oxford intentó trasladarlo a una piscina pública local, alegando preocupaciones de seguridad y normativas urbanísticas. Sin embargo, el apoyo de la comunidad y la atención mediática llevaron el caso hasta el gobierno central. Finalmente, en 1992, el Departamento de Medio Ambiente dictaminó que la escultura podía permanecer en su lugar al no representar peligro y por su valor como atracción visual.

Una obra que desafiaba el tiempo

Desde su instalación, el Tiburón de Headington ha sido restaurado y cuidado. En 2016, la casa y la escultura pasaron a manos de Magnus Hanson-Heine, hijo de Bill Heine, quien reafirmó su compromiso de preservar esta obra icónica.

Con su estructura de fibra de vidrio pintada para imitar a un tiburón real, la escultura sigue atrayendo turistas y capturando la atención de los medios. Ha sido protagonista de campañas publicitarias, objeto de historias ficticias del Día de los Inocentes e incluso tema de programas televisivos. Hoy, el Tiburón de Headington es un símbolo inconfundible de protesta artística y libertad creativa.

Entre las numerosas peculiaridades que se pueden encontrar en Reino Unido, destaca un curioso espectáculo arquitectónico: un tiburón empotrado en el tejado de una vivienda. Este inusual fenómeno no se encuentra en Londres ni en alguna de las icónicas ciudades británicas, sino en Headington, un tranquilo barrio de Oxford. Allí, una figura de tiburón parece haber caído del cielo pues atraviesa el techo de una casa residencial, dejando a turistas y vecinos igual de asombrados.

Esta impactante escultura es obra del escultor inglés John Buckley y se ha convertido en un símbolo de protesta y una atracción turística única. Fue inaugurada el 9 de agosto de 1986 y es conocida como The Headington Shark. esta estructura de fibra de vidrio representa un tiburón de 7,6 metros de largo y pesa 200 kilogramos. 

La ubicación exacta del Tiburón de Headington se encuentra en 2 New High Street, Headington, Oxford. Es un lugar de visita obligada para quienes buscan obras peculiares y llenas de significado histórico en el Reino Unido.

Su significado

El tiburón no es una simple obra decorativa, es un manifiesto artístico. Su instalación coincidió con el 41 aniversario del bombardeo nuclear sobre Nagasaki, un acto deliberado por parte de su impulsor, Bill Heine, quien era el propietario de la vivienda y un conocido presentador de radio. En colaboración con Buckley, Heine utilizó esta impactante obra para expresar su rechazo al uso de la energía nuclear, tras los desastres de Hiroshima, Nagasaki y, más recientemente en esa época, el accidente de Chernóbil.

El tiburón simboliza la amenaza repentina y devastadora que la energía nuclear representaba para la humanidad. Esta declaración se mantuvo firme incluso frente a la oposición inicial de las autoridades locales, que intentaron desmontarlo alegando la falta de permisos de construcción.

Controversia y aceptación

El Tiburón de Headington fue polémico desde su creación. El ayuntamiento de Oxford intentó trasladarlo a una piscina pública local, alegando preocupaciones de seguridad y normativas urbanísticas. Sin embargo, el apoyo de la comunidad y la atención mediática llevaron el caso hasta el gobierno central. Finalmente, en 1992, el Departamento de Medio Ambiente dictaminó que la escultura podía permanecer en su lugar al no representar peligro y por su valor como atracción visual.

Una obra que desafiaba el tiempo

Desde su instalación, el Tiburón de Headington ha sido restaurado y cuidado. En 2016, la casa y la escultura pasaron a manos de Magnus Hanson-Heine, hijo de Bill Heine, quien reafirmó su compromiso de preservar esta obra icónica.

Con su estructura de fibra de vidrio pintada para imitar a un tiburón real, la escultura sigue atrayendo turistas y capturando la atención de los medios. Ha sido protagonista de campañas publicitarias, objeto de historias ficticias del Día de los Inocentes e incluso tema de programas televisivos. Hoy, el Tiburón de Headington es un símbolo inconfundible de protesta artística y libertad creativa.

Entre las numerosas peculiaridades que se pueden encontrar en Reino Unido, destaca un curioso espectáculo arquitectónico: un tiburón empotrado en el tejado de una vivienda. Este inusual fenómeno no se encuentra en Londres ni en alguna de las icónicas ciudades británicas, sino en Headington, un tranquilo barrio de Oxford. Allí, una figura de tiburón parece haber caído del cielo pues atraviesa el techo de una casa residencial, dejando a turistas y vecinos igual de asombrados.

Esta impactante escultura es obra del escultor inglés John Buckley y se ha convertido en un símbolo de protesta y una atracción turística única. Fue inaugurada el 9 de agosto de 1986 y es conocida como The Headington Shark. esta estructura de fibra de vidrio representa un tiburón de 7,6 metros de largo y pesa 200 kilogramos. 

La ubicación exacta del Tiburón de Headington se encuentra en 2 New High Street, Headington, Oxford. Es un lugar de visita obligada para quienes buscan obras peculiares y llenas de significado histórico en el Reino Unido.

Su significado

El tiburón no es una simple obra decorativa, es un manifiesto artístico. Su instalación coincidió con el 41 aniversario del bombardeo nuclear sobre Nagasaki, un acto deliberado por parte de su impulsor, Bill Heine, quien era el propietario de la vivienda y un conocido presentador de radio. En colaboración con Buckley, Heine utilizó esta impactante obra para expresar su rechazo al uso de la energía nuclear, tras los desastres de Hiroshima, Nagasaki y, más recientemente en esa época, el accidente de Chernóbil.

El tiburón simboliza la amenaza repentina y devastadora que la energía nuclear representaba para la humanidad. Esta declaración se mantuvo firme incluso frente a la oposición inicial de las autoridades locales, que intentaron desmontarlo alegando la falta de permisos de construcción.

Controversia y aceptación

El Tiburón de Headington fue polémico desde su creación. El ayuntamiento de Oxford intentó trasladarlo a una piscina pública local, alegando preocupaciones de seguridad y normativas urbanísticas. Sin embargo, el apoyo de la comunidad y la atención mediática llevaron el caso hasta el gobierno central. Finalmente, en 1992, el Departamento de Medio Ambiente dictaminó que la escultura podía permanecer en su lugar al no representar peligro y por su valor como atracción visual.

Una obra que desafiaba el tiempo

Desde su instalación, el Tiburón de Headington ha sido restaurado y cuidado. En 2016, la casa y la escultura pasaron a manos de Magnus Hanson-Heine, hijo de Bill Heine, quien reafirmó su compromiso de preservar esta obra icónica.

Con su estructura de fibra de vidrio pintada para imitar a un tiburón real, la escultura sigue atrayendo turistas y capturando la atención de los medios. Ha sido protagonista de campañas publicitarias, objeto de historias ficticias del Día de los Inocentes e incluso tema de programas televisivos. Hoy, el Tiburón de Headington es un símbolo inconfundible de protesta artística y libertad creativa.

MOSTRAR BIOGRAFíA

Soy redactora en El HuffPost España, donde te cuento las historias más curiosas y te intento ayudar a encontrar esos detalles que marcan la diferencia en la vida cotidiana.

 

Sobre qué temas escribo

Tengo el privilegio de escribir sobre una amplia variedad de temas, con un enfoque que abarca tanto actualidad como estilo de vida. Escribo con la intención de contarte historias que te interesen y ofrecerte información que hagan tu vida un poco más fácil.


Te ayudo a no caer en estafas, te doy consejos de salud y cuidado personal, además de recomendaciones de destinos para tu próximo viaje.


Mis artículos son un surtido de historias curiosas, viajes, cultura, estilo de vida, naturaleza, ¡y mucho más! Mi objetivo es despertar tu curiosidad y acompañarte con lecturas útiles y entretenidas.

  

Mi trayectoria

Soy madrileña, pero con raíces en Castilla-La Mancha. Estudié Periodismo en la Universidad Ceu San Pablo, aunque siempre digo que mi verdadera escuela ha sido El HuffPost, el lugar donde escribí mis primeras líneas como periodista. Empecé como becaria y ahora colaboro en este medio que me ha visto crecer.


Mi pasión por el periodismo nació en la infancia, cuando dibujaba las portadas de los medios deportivos y soñaba con convertirme en una de aquellas reporteras que veía en la televisión.

 


 

Cómo contactar conmigo: