Las playas de Torrevieja son el escenario de la 'carrera' que comienza cada día de verano incluso antes de que amanezca
El principal deporte veraniego de turistas y residentes.

Con el verano en pleno apogeo, en las costas se vive una particular competición que no depende de cronómetro ni medallas: la lucha por ocupar la primera línea de playa. Cada mañana, aún a oscuras, hay quien planta la sombrilla y marca territorio para asegurarse un hueco a escasos centímetros del mar. Las batallas por conquistar los sitios más codiciados de la arena son el principal deporte veraniego de turistas y residentes por igual.
Este ritual ha cobrado especial protagonismo en Torrevieja, donde la playa del Cura está viviendo un verano especialmente competitivo. El 5 de agosto, el perfil de Facebook de Proyecto Mastral, conocido por sus partes meteorológicos, difundió que la primera sombrilla del día ya estaba clavada a las 5:31 horas y que, apenas pasada la primera hora de la mañana, la franja junto al agua estaba prácticamente completa.
Lejos de ser un suceso aislado, el pasado 19 de julio Proyecto Mastral compartió otro vídeo en el que, ya antes de las seis, se distinguían siluetas y a las 05:41 se abría la primera sombrilla del día. “Con el calor que ya hace, bien ha merecido el madrugón para estar cerca del mar”, apuntaban desde la propia cuenta. Este verano la provincia ha sufrido temperaturas tan extremas que conseguir un hueco junto a la orilla para refrescarse es toda una necesidad.
Llegar tan pronto: ¿es legal?
Técnicamente, la ordenanza municipal de Torrevieja prohíbe la ocupación del espacio público con objetos si no hay quien los vigile, pero en la práctica la costumbre pesa más que la normativa. Salvo denuncias puntuales o abusos, la “reserva” temprana se tolera entre vecinos y visitantes. Eso sí, la administración local publica con frecuencia recomendaciones para un uso responsable de las playas.
La costumbre funciona como una coreografía perfectamente organizada: un miembro de la familia instala el “campamento” (sombrilla, sillas, toallas) y otro hace guardia hasta que llega el resto de la familia con la nevera y el resto del material. Así, cuando el sol empieza a subir y a calentar, la playa ya muestra un frente de colores con sillas plegables y sombrillas cubriendo la primera línea como si de un ejército se tratase.
En redes se recuerda que dejar objetos sin vigilancia puede acarrear multas, lo que alimenta el debate entre defensores del ritual y quienes lo consideran injusto para quienes llegan más tarde. Proyecto Mastral y varios usuarios se preguntan si alguien rebajará este verano la marca del madrugón. Por ahora, lo evidente es que en Torrevieja el verdadero “amanecer” estival no se mide sólo por la salida del sol, sino por el golpe de una sombrilla clavándose en la arena.
