El presidente de la Generalitat cree que el exdirigente socialista profirió "descalificaciones gravemente ofensivas que atentan contra la honorabilidad".
En el caso del PSOE, David era Pedro Sánchez y Goliat la historia viva del socialismo de los últimos 30 años. Y al primero no le basta con haber vencido.
En el actual universo socialista donde la crítica se entiende como una declaración de guerra, la discrepancia le catapulta a uno a las listas negras y la libertad de opinión condena al oprobio, el recuerdo de Txiki Benegas se antoja más necesario que nunca, y las palabras de Felipe González y Alfonso Guerra, muy oportunas. Ninguno de ellos da puntada sin hilo.
Guerra y otros socialistas que veremos desfilar por la puerta de los leones del Congreso antes de que acabe la Legislatura, no es que no quieran presenciar el hundimiento del Titanic, es que han decidido saltar por la borda porque no tienen confianza alguna en el capitán del barco.