Hemos pedido a varios terapeutas que valoren del 1 (muy asequible) al 5 (muy complicado) la dificultad de los propósitos de Año Nuevo. He aquí la respuesta.
Da un paso atrás y analiza lo que estás haciendo y por qué. ¿El año pasado te propusiste cambiar lo mismo? En caso afirmativo, ¿por qué tienes que volver a proponértelo? ¿Qué hiciste mal y cómo puedes abordarlo? ¿Por qué no tomaste la decisión en abril, en junio o en noviembre del año pasado si era tan importante?
Igual que en partitura los silencios son importantes para que el sonido se transforme en canción, nuestra vida la contamos como un cuento: la realidad tiene estructura de ficción. Y como en cualquier relato, se necesitan los puntos, los puntos suspensivos, los puntos finales y las comas.
Me puse a pensar qué desearía la noche mágica, cuando sonaran las campanadas que marcan un nuevo tiempo, ése que soñamos lleno de posibilidades y de cambios a mejor. Y vino a mi mente una imagen de hacía sólo unos días.