Desde sus inicios, Canal 9, sus periodistas y buena parte de sus trabajadores, despertaban recelos y envidias por sus privilegiadas condiciones laborales entre el resto de colegas. En algunas ocasiones despertaban ODIO, sin matices. Con los años, esa inquina inicial se encontró con argumentos de peso.
La huelga encubierta de los trabajadores de Alitalia en Roma-Fiumicino, usando como rehenes las maletas de otros trabajadores a los que les han amargado las vacaciones y a los que han hecho gastar más dinero del necesario, ha sido una actitud cobarde propia del sindicalismo amarillo y reaccionario.
Esta compañía era una filial de Telefónica que ésta vendió a un fondo de capital riesgo estadounidense fundado Mitt Romney. Y, hete aquí, que tras años y años de beneficios, de forma súbita, este año, la empresa presenta pérdidas para justificar un ERE que afectará a casi 900 personas.