Un día perfecto leí una novela corta, emocionante, con corazón y entrañas, como su autora, y se me quedó adentro. Hoy se la devuelvo hecha película. A ella y a todo el que quiera verla. Sus protagonistas, a los que dan vida Tim Robins y Benicio del Toro tienen algo de Quijote y otro algo de Sancho, aunque resulta difícil decir quién es quién: trabajadores humanitarios los dos, idealistas y pragmáticos a la vez. La cabeza en las nubes y los pies en el barro de todas las guerras.