generación del 27

La nada que lo es todo

La nada que lo es todo

Hay títulos que marcan una época y, para mí, Nada es uno de ellos. La pesadumbre y el tremendismo que encontré en esta obra me cautivaron en mi adolescencia. La Barcelona que retrataba (esa gran ciudad que pisaban los "zapatos vagabundos" de su protagonista), me resultaba entrañable y reveladora, tanto que todavía hoy conservo su recuerdo.
Maruja Mallo, el arte de ser asombro

Maruja Mallo, el arte de ser asombro

Fue la más vanguardista y extraña de las artistas españolas del siglo xx. Amante de Alberti en la juventud y amiga de Lorca y Neruda, se convirtió en la diosa española del surrealismo. La Guerra Civil la condenó al exilio durante 25 años y, al regresar en los años 60, se convirtió poco a poco en referente de modernidad y en una de las imprescindibles del Madrid de la Movida. Una dama fascinante.
"El público": ¿Para qué estamos aquí, amor? Para vivir

"El público": ¿Para qué estamos aquí, amor? Para vivir

Se tiene que haber amado mucho, o al menos haber vivido consciente y libremente ese amor, para entender, comprender y representar esta obra encima de un escenario. Y, también, para disfrutarla desde la butaca. En caso contrario, hay que olvidarse de entenderla, y asistir al bello fenómeno cultural de un Lorca producido por el Teatro de la Abadía y el Teatre Nacional de Catalunya.