"Están realizando trabajos que suponen no poder ir a clases, que les dejan desprotegidos, expuestos a respirar aires tóxicos o a pasar horas recolectando algodón o cultivando cacao en algún lugar", reprocha Unicef.
Haber crecido en el noreste de Siria me hace ver que llegamos a la mentalidad adulta antes de tiempo. Nos perdimos la infancia. Mi plan de niño era viajar por el mundo.