Cuando por fin llegó la hora del sexo, me gustó. Me dolió un poco después de tanto tiempo, así que paramos. Lo siguiente que noté fue algo viscoso en las piernas.
La sexualidad sufre cambios a lo largo de la vida de las personas. La edad no perdona en muchos sentidos. Y seguramente, en este tampoco. Son muchos los estudios que nos confirman que la sexualidad cambia, pero no tiene por qué empeorar, ni mucho menos desaparecer.
Adiós a las compresas, los tampax, la píldora, los condones y la marcha atrás... y hola a la liberación sexual. Los hijos ya son mayores, lo que significa menos ataduras y más tiempo para una misma.