orgasmos
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Cinco (falsos) mitos sobre la masturbación
Desde hace tiempo, la masturbación ha recibido todo tipo de acusaciones: que si provoca ceguera, que si deforma el pene, que si te deja estéril, que si produce acné... Por suerte, ninguna de estas afirmaciones es cierta. La masturbación es una buena forma de darse placer, fácilmente y sin culpabilidad.
Cómo saber si una mujer finge el orgasmo
El orgasmo femenino está infraestudiado: no sabemos qué función tiene y por qué ha sobrevivido si no es necesario para la procreación. Y luego, encima, las mujeres los fingen. Y si los fingen, será porque no los tienen, porque les es difícil tenerlos. Pero como dicen que mola tener orgasmos, pues venga, orgasmos. Y si no los tengo, me los invento.
Por qué usar un vibrador no es mala idea
Dentro de la juguetería erótica, hay dos productos que brillan más que los demás. Uno son los lubricantes. El otro, los vibradores. Los que yo más recomiendo son los de uso externo, o bien, que tienen una parte para introducir en la vagina pero pequeña. Para estimular la entrada vaginal. Realmente, a efectos prácticos, no necesitamos más. Busca los llamado vibradores de dedo.
¿Tienes punto G? ¿Seguro?
Uno de los motivos por los que el punto G ha suscitado tanta polémica es porque es difícil de localizar a no ser que se estimule. De hecho, investigaciones más recientes indican que el punto G no es solo un punto asilado, sino que es una zona íntimamente relacionada con el clítoris y la vagina, de manera que su estimulación afecta a las otras estructuras.
Por qué las mujeres fingen el orgasmo
Si nunca has fingido un orgasmo, no empieces, pues si finges una vez, es probable que vuelvas a hacerlo, y que sin darte cuenta te veas en una situación de donde es difícil escapar. Si ya lo has hecho o lo estás haciendo, solo te queda que intentes reconducir la situación. fingir orgasmos lleva a la insatisfacción sexual, y la insatisfacción lleva a la falta de deseo.
11 verdades que tenemos que empezar a aceptar sobre el orgasmo femenino
Una gran parte de tener un orgasmo es hacer sonidos. Jadeos, sonidos guturales, gimoteos, gritos. Lo que te salga. Si reprimes estos sonidos, estás parando o, al menos, dificultando tu orgasmo, porque estás dejando el presente y estás escuchando a la voz de tu cabeza decirte: "No hagas ese ruido. Suenas rara" o "Cállate. Alguien te puede oír".
¿Estás reprimiendo tus propios orgasmos?
¿Cuándo fue la última vez que, durante un encuentro sexual, te concentraste exclusivamente en ese momento de expresión erótica? Sí, justo en ese momento. En vez de pensar si te toca dar o recibir, en vez de agobiarte por si estás o no atractiva o por si tardas mucho en 'llegar'.