Los líderes de la Unión Europea prometen redoblar las sanciones contra Irán. También subrayan la necesidad urgente de dar a Ucrania defensas antiaéreas.
Teherán asegura que actuará "más fuerte que nunca para disuadir y castigar al agresor por cualquier acción ilegal e irracional" y afirma que "no tuvo más remedio" que castigar a Tel Aviv ante la inacción internacional.
Las Fuerzas de Defensa anuncian la muerte de tres altos cargos de la Yihad Islámica en una operación que el Ejército ha bautizado como 'Escudo y Flecha'
Según confirman fuentes ministeriales al medio israelí 'Walla News', Ronen Bar ha planteado al Gobierno el fin de la operación militar para "evitar posibles errores".
La inacción de Bruselas a la que venimos asistiendo en el último año en el drama que se vive en las costas de Grecia puede tener muchos nombres, claro que sí, pero estoy seguro de que la palabra crimen es la que mejor se ajusta. Crimen contra la humanidad, sí. Para qué andarnos con eufemismos. Dentro de un siglo, entre las pruebas acumuladas para responsabilizar de genocidas a los gobiernos europeos estará, entre las primeras, la medida que Bruselas y Turquía acaba de sacar de la manga.
Pensar en palestinos e israelíes evoca una imagen: Soldados contra civiles. Nos hallamos en una guerra entre una sociedad sobreprotegida, viviendo al amparo de la fuerza y la victimización, y otra enmudecida, viviendo al amparo de la desesperanza y el abandono político.
Si nos atenemos a la experiencia acumulada en las dos anteriores revueltas ciudadanas palestinas contra la ocupación israelí, cabría sostener que hoy, al menos de momento, no estamos ante una nueva Intifada. Y eso es así porque, aunque es cierto que se vuelve a registrar un creciente nivel de violencia (pero no más alto que el visto en tantas ocasiones anteriores), la Autoridad Palestina no está abiertamente incitando a la violencia.
Una nueva Intifada llevaría a los palestinos a un nuevo punto de partida, de destino impreciso, con una paz inencontrable y por ello difícil de abordar, una ocupación militar y una colonización sin fecha de caducidad, un desarreglo territorial, político y social que se perpetúa y agrava.
El acuerdo nuclear alcanzado en Viena entre Irán y el P5+1, grupo de países formado por los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y Alemania, ha provocado un gran alivio y optimismo en todo el mundo. Sin embargo, hay sorprendentes excepciones al entusiasmo general entre sectores muy importantes de EEUU y de sus aliados en la zona, Israel y Arabia Saudí.
En la ciudad palestina de Hebrón, he visto a los colonos ocupadores judíos radical-boho-chic conduciendo amenazantes y campando a sus anchas por calles tomadas, desahuciadas de comercios y vecinos palestinos. He visto la historia manipulada y reescrita en carteles vergonzantes, que pretenden transformar los hechos y fechas ciertas manipulándolas al antojo de los reescribientes.