Francisco pronunció una palabra en italiano con sentido despectivo en una reunión con un amplio grupo de obispos. El Vaticano ha tenido que recoger cable.
El pontífice, de 87 años, ha mostrado una voz cansada y al final de la lectura del Evangelio, cuando se esperaba la homilía, ha seguido un prolongado silencio tras el cual se ha pasado directamente al Credo.
El ministro de la Presidencia ha reiterado desde Roma las condolencias del Ejecutivo central y ha defendido que seguirán trabajando "con la Iglesia católica".