"Contar la verdad sobre la homeopatía supuso una fuente interminable de problemas para mí. Las quejas continuadas del propio príncipe Carlos (ferviente seguidor de la homeopatía y de otras terapias alternativas), me acabó costando el trabajo", reconoce Edzard Ernst, probablemente el mayor experto mundial en terapias alternativas.
Hoy hay, en consecuencia, una motivación adicional para que los científicos - y en general el mundo experto - sea aún más activo en la comunicación y participación en el debate público, pues las nuevas posibilidades de interacción ciencia-sociedad van a tener implicaciones relevantes para la representación y percepción pública de las ciencias.
El miedo es la clave de todo, de la necesidad de creer en las pseudociencias y de la facilidad en que nos sometemos al dictado de quienes desde sus políticas neocon trabajan para acabar con los logros sociales que conseguimos alcanzar no sin enormes dificultades y luchas durante el siglo pasado (incluso antes).
En la televisión salen más personas disfrazadas de mazorca de maíz y con un silbato de plástico al cuello para protestar contra la aprobación de cultivos transgénicos, que biólogos vegetales o ingenieros agrónomos informando sobre sus eventuales riesgos.