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Agujeros de olvido

Agujeros de olvido

"Nuestro país cuenta con los cimientos necesarios para avanzar en la reparación de un daño infligido a cientos de miles de inocentes que dieron su vida por defender la democracia en España"

Raúl Díaz, portavoz del PSOE sobre Memoria DemocráticaPSOE

«Pero no solo era matar, era crueldad. Era ser los mayores cabrones del mundo, porque dejaban el cuerpo en la puerta 24 horas para que los demás lo vieran. Era miedo, era represión.» — Consolación Barroso, asociación AMEHIS Utrera.

Cuando le preguntaron a Emilio el porqué de su empeño a la hora de buscar y desenterrar a su padre, su respuesta fue tan contundente como humanamente entendible: “Aunque solo sea por no dejar a mi padre en el lugar en el que fue abandonado por sus asesinos”. Cuando exhumaron el cuerpo del padre de Martín, observaron que sus restos no solo albergaban el agujero del tiro de gracia si no también que el cráneo estaba fracturado por golpe de fusil, evidenciando que no solo hubo violencia sino también ensañamiento, ejercidos contra personas inocentes despojadas por el franquismo de sus derechos más básicos. “Queremos un sitio donde poder llevar unas flores”, dijo Consolación en el Congreso el año pasado, donde por primera vez en democracia, se celebró un día institucional para recordar a las víctimas de la Guerra de España.

La intervención de Consolación Barroso nos encogió el corazón a todos los presentes: “Se permitían el lujo de decir `sacas´. ¿Sabéis de dónde viene lo de sacas? De poner a un puñado de personas en fila y decir `saca a este, saca a este y saca a este´ y esos iban con cuatro tiros en la cabeza”. Cuando una persona habla desde el corazón, las palabras brotan en un nivel de pasión y convencimiento que son difícilmente rebatibles. Ella dijo que en España nunca hubo dos bandos, que hubo quien mató y quien se defendía. En nuestro país se detuvo ilegalmente, se torturó, asesinó y escondió el cadáver de más de 114.000 compatriotas. Desde el año 2000 solo hemos sido capaces de recuperar apenas a 13.600 represaliados.

Mientras el Gobierno ha recuperado casi la mitad de las personas enterradas en fosas según un informe del año 2019, paralizando los intentos de derogación de las leyes de memoria autonómicas y haciendo frente a decenas de litigios de asociaciones ultra, la derecha política se encuentra actualmente en un proceso de debate ideológico que VOX intenta imponer por abrasión en la opinión pública, arrastrando al PP a situarse a rebufo del marco que intenta dibujar la parte más ultra. Hemos visto cómo la derogación de las leyes de memoria han sido el primer punto de acuerdo de ambas formaciones en muchos gobiernos autonómicos. Hemos visto cómo Feijóo “el moderado” ha aupado como sus manos derechas a Ester Muñoz, que saltó a la fama en el Senado por su infame ignominia en la que tradujo los fondos para exhumaciones en “ustedes destinan 15 millones para desenterrar unos huesos”; y a Miguel Tellado, que habla de “empezar a cavar la fosa” del actual Gobierno. El estado de indigencia ideológica en la que empieza a transitar el PP atraído por VOX dice mucho de su actual dirección, capaz de promocionar a trásfugas como Sergio Sayas apartando a personas moderadas, meritorias y de currículum intachable como están haciendo en el Congreso; pero lo más grave es que evidencia que por muy grande que luzcan nuestra bandera de España, obvian que bajo ella vivimos todos, respetando además muy poco una de las grandezas de nuestro país que hemos conquistado juntos: nuestra madurez democrática.

Es verdad que tenemos una Constitución “joven”, pero no es menos cierto que pasados 50 años de la desaparición del dictador, nuestro país cuenta con los cimientos necesarios para avanzar en la reparación de un daño infligido a cientos de miles de inocentes que dieron su vida por defender la democracia en España. La derecha ha perdido el debate sobre lo innecesario de esto mismo, tratando de suplir el término “olvido” por “concordia”. Alegan que son cosas del pasado, que es algo ya olvidado… pero como dice Consolación nada de esto es cierto: “Dicen que abrimos heridas. ¿Qué heridas abrimos si no nos han dejado cerrarlas? Para que una herida se cierre hay que limpiarla y después se cierra para siempre”. Es lo que intentan todas y cada una de las organizaciones memorialistas de este país, que unánimemente no buscan venganza, sino subsanación; que no persiguen revancha, sino consuelo y reparación.

El Gobierno de España acaba de aprobar vía Real Decreto fondos por valor de dos millones y medio de euros para la exhumación en fosas comunes de víctimas del franquismo. Los socialistas reforzamos así nuestro compromiso democrático para contribuir a limpiar los agujeros del olvido que aún permean en nuestro país, ayudando a todos esos españoles que a estas alturas aún no han podido dar un adiós digno a sus familiares. Nuestra Constitución lo avala y su madurez se lo debe. 

Raúl Díaz es portavoz socialista de Memoria Democrática.