Según el Instituto Geológico y Minero Español (IGME) en todo el país se esconden 10.000 cuevas. Sin embargo, hay una que destaca por ser una de las grutas más impresionantes de España. Se tarta de la cueva Palomera y se encuentra en el corazón del Monumento Natural de Ojo Guareña, en la provincia de Burgos. Este sistema kárstico resalta por su imponente tamaño y su espectacular belleza que cada año atrae a más visitantes en busca de naturaleza.

Ojo Guareña es uno de los sistemas kársticos más grandes de España e incluso del mundo. Con unos 110 kilómetros de galerías subterráneas, algunas todavía sin haber sido exploradas, se trata de un complejo donde el agua juega un papel fundamental. 

El macizo rocoso por el que se infiltra el agua está repleto de simas, fisuras y conductos formados por la disolución de la roca caliza, lo que da lugar a un ciclo subterráneo fascinante. El agua se infiltra, recorre las galerías y finalmente sale al exterior, completando un proceso natural que ha moldeado este lugar durante milenios.

Belleza y misterio

La cueva Palomera, dentro de este sistema, es uno de los puntos más destacados. Aunque sólo se puede visitar el 3% de las cavernas, el recorrido ofrece una experiencia inolvidable. La visita más popular abarca dicha cueva y la Ermita de San Bernabé, donde se recorre 400 metros y se desciende al primer nivel de las galerías.

Los más curiosos pueden optar por una experiencia de espeleología, en la que se exploran 2,5 kilómetros de las galerías inferiores, ricas en arte paleolítico y restos óseos. Además, este entorno alberga una asombrosa diversidad de fauna, con 190 especies de invertebrados, 16 de ellas únicas en el mundo.

Además, el Ojo Guareña fue declarado Monumento Histórico Artístico en 1970 y Monumento Natural en 1996. Visitarlo es una oportunidad para descubrir uno de los sistemas subterráneos más fascinantes de Europa. La combinación de historia, naturaleza y aventura lo convierte en un destino imprescindible para los amantes de la espeleología y el turismo natural.

Según el Instituto Geológico y Minero Español (IGME) en todo el país se esconden 10.000 cuevas. Sin embargo, hay una que destaca por ser una de las grutas más impresionantes de España. Se tarta de la cueva Palomera y se encuentra en el corazón del Monumento Natural de Ojo Guareña, en la provincia de Burgos. Este sistema kárstico resalta por su imponente tamaño y su espectacular belleza que cada año atrae a más visitantes en busca de naturaleza.

Ojo Guareña es uno de los sistemas kársticos más grandes de España e incluso del mundo. Con unos 110 kilómetros de galerías subterráneas, algunas todavía sin haber sido exploradas, se trata de un complejo donde el agua juega un papel fundamental. 

El macizo rocoso por el que se infiltra el agua está repleto de simas, fisuras y conductos formados por la disolución de la roca caliza, lo que da lugar a un ciclo subterráneo fascinante. El agua se infiltra, recorre las galerías y finalmente sale al exterior, completando un proceso natural que ha moldeado este lugar durante milenios.

Belleza y misterio

La cueva Palomera, dentro de este sistema, es uno de los puntos más destacados. Aunque sólo se puede visitar el 3% de las cavernas, el recorrido ofrece una experiencia inolvidable. La visita más popular abarca dicha cueva y la Ermita de San Bernabé, donde se recorre 400 metros y se desciende al primer nivel de las galerías.

Los más curiosos pueden optar por una experiencia de espeleología, en la que se exploran 2,5 kilómetros de las galerías inferiores, ricas en arte paleolítico y restos óseos. Además, este entorno alberga una asombrosa diversidad de fauna, con 190 especies de invertebrados, 16 de ellas únicas en el mundo.

Además, el Ojo Guareña fue declarado Monumento Histórico Artístico en 1970 y Monumento Natural en 1996. Visitarlo es una oportunidad para descubrir uno de los sistemas subterráneos más fascinantes de Europa. La combinación de historia, naturaleza y aventura lo convierte en un destino imprescindible para los amantes de la espeleología y el turismo natural.

Según el Instituto Geológico y Minero Español (IGME) en todo el país se esconden 10.000 cuevas. Sin embargo, hay una que destaca por ser una de las grutas más impresionantes de España. Se tarta de la cueva Palomera y se encuentra en el corazón del Monumento Natural de Ojo Guareña, en la provincia de Burgos. Este sistema kárstico resalta por su imponente tamaño y su espectacular belleza que cada año atrae a más visitantes en busca de naturaleza.

Ojo Guareña es uno de los sistemas kársticos más grandes de España e incluso del mundo. Con unos 110 kilómetros de galerías subterráneas, algunas todavía sin haber sido exploradas, se trata de un complejo donde el agua juega un papel fundamental. 

El macizo rocoso por el que se infiltra el agua está repleto de simas, fisuras y conductos formados por la disolución de la roca caliza, lo que da lugar a un ciclo subterráneo fascinante. El agua se infiltra, recorre las galerías y finalmente sale al exterior, completando un proceso natural que ha moldeado este lugar durante milenios.

Belleza y misterio

La cueva Palomera, dentro de este sistema, es uno de los puntos más destacados. Aunque sólo se puede visitar el 3% de las cavernas, el recorrido ofrece una experiencia inolvidable. La visita más popular abarca dicha cueva y la Ermita de San Bernabé, donde se recorre 400 metros y se desciende al primer nivel de las galerías.

Los más curiosos pueden optar por una experiencia de espeleología, en la que se exploran 2,5 kilómetros de las galerías inferiores, ricas en arte paleolítico y restos óseos. Además, este entorno alberga una asombrosa diversidad de fauna, con 190 especies de invertebrados, 16 de ellas únicas en el mundo.

Además, el Ojo Guareña fue declarado Monumento Histórico Artístico en 1970 y Monumento Natural en 1996. Visitarlo es una oportunidad para descubrir uno de los sistemas subterráneos más fascinantes de Europa. La combinación de historia, naturaleza y aventura lo convierte en un destino imprescindible para los amantes de la espeleología y el turismo natural.

Según el Instituto Geológico y Minero Español (IGME) en todo el país se esconden 10.000 cuevas. Sin embargo, hay una que destaca por ser una de las grutas más impresionantes de España. Se tarta de la cueva Palomera y se encuentra en el corazón del Monumento Natural de Ojo Guareña, en la provincia de Burgos. Este sistema kárstico resalta por su imponente tamaño y su espectacular belleza que cada año atrae a más visitantes en busca de naturaleza.

Ojo Guareña es uno de los sistemas kársticos más grandes de España e incluso del mundo. Con unos 110 kilómetros de galerías subterráneas, algunas todavía sin haber sido exploradas, se trata de un complejo donde el agua juega un papel fundamental. 

El macizo rocoso por el que se infiltra el agua está repleto de simas, fisuras y conductos formados por la disolución de la roca caliza, lo que da lugar a un ciclo subterráneo fascinante. El agua se infiltra, recorre las galerías y finalmente sale al exterior, completando un proceso natural que ha moldeado este lugar durante milenios.

Belleza y misterio

La cueva Palomera, dentro de este sistema, es uno de los puntos más destacados. Aunque sólo se puede visitar el 3% de las cavernas, el recorrido ofrece una experiencia inolvidable. La visita más popular abarca dicha cueva y la Ermita de San Bernabé, donde se recorre 400 metros y se desciende al primer nivel de las galerías.

Los más curiosos pueden optar por una experiencia de espeleología, en la que se exploran 2,5 kilómetros de las galerías inferiores, ricas en arte paleolítico y restos óseos. Además, este entorno alberga una asombrosa diversidad de fauna, con 190 especies de invertebrados, 16 de ellas únicas en el mundo.

Además, el Ojo Guareña fue declarado Monumento Histórico Artístico en 1970 y Monumento Natural en 1996. Visitarlo es una oportunidad para descubrir uno de los sistemas subterráneos más fascinantes de Europa. La combinación de historia, naturaleza y aventura lo convierte en un destino imprescindible para los amantes de la espeleología y el turismo natural.

Según el Instituto Geológico y Minero Español (IGME) en todo el país se esconden 10.000 cuevas. Sin embargo, hay una que destaca por ser una de las grutas más impresionantes de España. Se tarta de la cueva Palomera y se encuentra en el corazón del Monumento Natural de Ojo Guareña, en la provincia de Burgos. Este sistema kárstico resalta por su imponente tamaño y su espectacular belleza que cada año atrae a más visitantes en busca de naturaleza.

Ojo Guareña es uno de los sistemas kársticos más grandes de España e incluso del mundo. Con unos 110 kilómetros de galerías subterráneas, algunas todavía sin haber sido exploradas, se trata de un complejo donde el agua juega un papel fundamental. 

El macizo rocoso por el que se infiltra el agua está repleto de simas, fisuras y conductos formados por la disolución de la roca caliza, lo que da lugar a un ciclo subterráneo fascinante. El agua se infiltra, recorre las galerías y finalmente sale al exterior, completando un proceso natural que ha moldeado este lugar durante milenios.

Belleza y misterio

La cueva Palomera, dentro de este sistema, es uno de los puntos más destacados. Aunque sólo se puede visitar el 3% de las cavernas, el recorrido ofrece una experiencia inolvidable. La visita más popular abarca dicha cueva y la Ermita de San Bernabé, donde se recorre 400 metros y se desciende al primer nivel de las galerías.

Los más curiosos pueden optar por una experiencia de espeleología, en la que se exploran 2,5 kilómetros de las galerías inferiores, ricas en arte paleolítico y restos óseos. Además, este entorno alberga una asombrosa diversidad de fauna, con 190 especies de invertebrados, 16 de ellas únicas en el mundo.

Además, el Ojo Guareña fue declarado Monumento Histórico Artístico en 1970 y Monumento Natural en 1996. Visitarlo es una oportunidad para descubrir uno de los sistemas subterráneos más fascinantes de Europa. La combinación de historia, naturaleza y aventura lo convierte en un destino imprescindible para los amantes de la espeleología y el turismo natural.