Una expedición de mes y medio en el Ártico descubre criaturas atrapadas en el hielo que sorprenden a los investigadores
Una nueva investigación de la Universidad de Stanford ha revelado que las diatomeas árticas no están inmóviles.

Una nueva investigación de la Universidad de Stanford, publicada en Proceedings of the National Academy of Sciences, ha revelado que las diatomeas árticas —algas unicelulares con paredes exteriores de vidrio— atrapadas en el hielo marino no están inmóviles ni sepultadas en condiciones de frío extremo, como se pensaba, sino que se mueven de forma activa.
Una expedición de 45 días en el mar de Chukchi, un mar marginal entre Alaska y Rusia, a bordo del buque de investigación Sikuliaq, propiedad de la Fundación Nacional de Ciencias y operado por la Universidad de Alaska Fairbanks, utilizó núcleos de hielo y drones submarinos que permitieron descubrir películas verdes que cubrían la parte inferior del hielo, según ha informado el medio ZAP Notícias.
La investigación ha mostrado que estas microalgas se deslizan por canales congelados a temperaturas bajo cero récord, impulsadas por cuerdas mucosas y motores moleculares, según el equipo del Investigadores del Laboratorio Prakash y del laboratorio de Kevin Arrigo, profesor de ciencias del sistema terrestre en la Escuela de Sostenibilidad Doerr de Stanford, que recolectaron núcleos de hielo en 12 estaciones durante el verano de 2023.
"Esto no es criobiología de película de los 80. Las diatomeas son tan activas como podemos imaginar hasta que las temperaturas descienden hasta los -15 °C, lo cual es sumamente sorprendente", afirmó Manu Prakash, profesor asociado de bioingeniería en las Facultades de Ingeniería y Medicina y autor principal del artículo.
"Segregan un polímero, similar a la mucosidad de caracol, que se adhiere a la superficie, como una cuerda con un ancla", explicó en un comunicado Qing Zhang, autora principal e investigadora postdoctoral de Stanford, quien recolectó las muestras durante una expedición de investigación al Ártico. "Luego tiran de esta 'cuerda', lo que les da la fuerza para avanzar", agregó.
"Este movimiento es impulsado por la actina y la miosina, las mismas proteínas responsables de la contracción muscular humana", señaló el mismo medio, que añadió: "Sorprendentemente, las diatomeas árticas se movieron más rápido que sus contrapartes templadas, lo que sugiere una adaptación evolutiva a las condiciones polares".
