Begoña Gómez declara ante Peinado que su asesora sólo le hizo algún "favor" en "ocasiones excepcionales"
La mujer del presidente del Gobierno ha asistido este miércoles a los juzgados de Plaza Castilla citada por el magistrado por presunto delito de malversación de fondos públicos.
La mujer del presidente del Gobierno, Begoña Gómez, se ha acogido a su derecho a no declarar ante el juez Juan Carlos Peinado en el Juzgado número 41 de Madrid este miércoles sobre el presunto delito de malversación de fondos públicos por la contratación de su asesora, Cristina Álvarez. Llegaba a los juzgados de Plaza de Castilla a las 12:00 del mediodía, hora en la que el magistrado había ordenado su citación después de adelantarla un día por un compromiso de Gómez este jueves en Tenerife.
Al contrario que su asesora, Cristina Álvarez, Gómez ha decido responder exclusivamente a su defensa ante la citación del juez Peinado. La estancia de la mujer del presidente del Gobierno en los juzgados de Plaza de Castilla ha sido de un total de 15 minutos. "Tengo que recordar que este procedimiento judicial está sustentado gracias a la citación popular de Hazte Oír", recalcaba el abogado de la defensa a la salida de la declaración para remarcar la poca consistencia legal que tiene el caso.
Gómez ha declarado por su parte que su asesora, la cual fue designada en su llegada a Moncloa, sólo la ayudó de manera puntual para compaginar su vida personal y profesional. Además, ha matizado que esta se hacia cargo de la agenda institucional para que en ningún caso se solapara. Además, ha admitido que en alguna ocasión Álvarez le hizo un favor "excepcional" al enviar algún correo relacionado con la cátedra que codirigía en la Universidad Complutense de Madrid.
Las defensas de Gómez y Álvarez han pedido a la Audiencia Provincial de Madrid que corrija la decisión de Peinado de imputar el delito de malversación por el cargo de asesora en Presidencia del Gobierno. En un recurso directo de apelación, al que ha tenido acceso Europa Press, ha insistido en que no podía atribuírsele dicho delito por haber enviado correos como asesora de Gómez.
"¿O existe malversación cuando un funcionario de un órgano judicial realiza o recibe una llamada personal en la secretaría del Juzgado, hace un favor personal a otro miembro de la oficina judicial, o transmite a alguien un recado de parte de otro? Si esto fuera punible, tendríamos motivos para incoar una buena macrocausa", ha alegado.