Del "pelo blanco" a la "deducción lógica": las claves del testimonio de Miguel Ángel Rodriguez en el juicio al fiscal general
El jefe de gabinete de Díaz Ayuso defiende su filtración sobre la causa de Alberto González Amador y carga contra las "órdenes de arriba" que alcanzaron a la Fiscalía.
Llegó el turno de Miguel Ángel Rodríguez en el juicio al fiscal general del Estado. El jefe de gabinete y mano derecha de Isabel Díaz Ayuso ha confesado haberse visto en la "obligación" de filtrar a los medios la información que evidenciaba las negociaciones entre la defensa del novio de Ayuso, Alberto González Amador, y la Fiscalía, aunque también que dedujo que ese pacto se frenó por "órdenes de arriba".
Miguel Ángel Rodríguez ha intervenido como testigo en la segunda jornada del juicio contra Álvaro García Ortiz en el Tribunal Supremo por, supuestamente, haber filtrado el correo del abogado de González Amador a la Fiscalía. Dicho correo, escrito el 2 de febrero, ofrecía un pacto con el Ministerio Público mediante la admisión de los delitos indicados a cambio de evitar la cárcel.
En su turno, Rodríguez esta vez no ha utilizado su metafórico 'pelo blanco', pero sí se ha apoyado en "deducciones lógicas" para justificar su obrar y criticar la actuación de la Fiscalía en este caso. Así, ha detallado que fue el propio González Amador quien le informó de la inspección que estaba haciéndole Hacienda a raíz de un viaje a París en 2022, causa por la que se interesó desde entonces de "manera informal".
Así, detalla Europa Press, el asesor clave de Ayuso ha insistido en que fue el propio González Amador quien le reenvió las comunicaciones de su abogado, incluido un correo que Rodríguez ha reconocido verse en "la obligación de publicar" ante los medios para "desmentir" una información de laSexta. En ella se afirmaba que la oferta de pacto con la Fiscalía partía del novio de Díaz Ayuso, al revés de lo afirmado minutos antes por El Mundo.
Lo que no sabía entonces 'MAR', así lo ha reconocido ante el juez, es que hubiera un correo previo en el que se muestra cómo fue el abogado de González Amador quien ofreció que su cliente confesara a cambio de no pisar la cárcel.
Más claro ha sido al justificar por qué difundió esa información inicial que le llegó acompañada de un texto que decía que el acuerdo, supuestamente ofrecido por Fiscalía, se había parado por "órdenes de arriba". "Si todavía no se ha llegado al acuerdo, alguien lo ha parado. ¿O de repente se les ha olvidado? Y solo se podía parar por arriba. La deducción es lógica. ¿Quién lo va a parar?, ¿por abajo?", ha planteado Miguel Ángel Rodríguez.
Asimismo, ha asegurado que antes de que 'eldiario.es' publicara el 12 de marzo a las 6.01 que existía una investigación fiscal contra González Amador la prensa ya lo sabía. Así, ha expuesto que no solo un redactor de 'El Mundo' le pidió el contacto de González Amador, sino "todos los periodistas que cubrían tribunales". "Un mes pidiéndome el contacto, como mínimo", ha detallado.
La Abogacía del Estado ha querido testar a Miguel Ángel Rodríguez en su relación con Alberto González Amador, preguntándole si conocía su causa como mero ciudadano particular "o porque era el novio" de la presidenta madrileña. Para 'MAR', era "indisoluble una cosa o la otra", si bien" la presidenta nunca me ha comentado nada. Se ha mantenido al margen".
La defensa también le ha preguntado a Rodríguez por la "campaña" que, consideran, se lanzó desde el mismo Gobierno de la Comunidad de Madrid para tachar de "turbio" el caso. Tirando del ideario de su 'jefa', ha respondido que existe una casi total unidad de acción.
"Es evidente que la presidenta y todo el equipo pensamos lo mismo y a veces decimos casi lo mismo. Si usted tiene a 22 ministros insultando todo el día y el presidente del Gobierno insultando desde el Congreso de los Diputados y a todo el aparato del Estado, seguro que pensaría lo mismo que yo", ha contestado.