El BNG vuelve a romper su techo histórico de la mano de Pontón, pero sin asalto a la Xunta

En realidad, el día en que el Bloque Nacionalista Galego (BNG) podía hacer historia, ya era un día al que llegaron haciéndola. A pesar de que no se cumplieron los pronósticos que apuntaban a un 18-F en el que los populares de Alfonso Rueda podrían quedarse a un escaño de revalidar su quinta mayoría absoluta abriendo la puerta a un Gobierno de izquierdas en la Xunta, el BNG ha vuelto a tocar su techo histórico, con 25 escaños y el 31,54% de los sufragios, unos 454.578 votos (con el 97,45% escrutado).

Los nacionalistas han vuelto a batir récord de la mano de su portavoz nacional y candidata, Ana Pontón, que en los comicios de 2020 llevó a su formación a sacar 19 asientos en O Hórreo con 311.340 votos (23,79%). Repetirá otra legislatura autonómica como jefa de la oposición, esta vez ante un Rueda que sí ha refrendado la presidencia que tomó como testigo de un Alberto Núñez Feijóo convertido en líder del PP nacional.

Sin embargo, Pontón y su equipo no solo han conseguido el logro de mantener la hegemonía de la izquierda gallega frente a partidos estatales -PSOE, Sumar y Podemos; las dos últimas noqueadas, muy lejos de obtener representación-. También ha conseguido reunificar otras fuerzas del nacionalismo que se habían 'descosido' en la última década, como fue el caso de Anova. 

El BNG agranda su 'sorpasso' al PSOE

La mayoría de encuestas previas al 18-F apuntaban a dos claves -con permiso de la irrupción de Democracia Ourensana- y se han cumplido con creces. La primera pasaba por un escenario de gran incertidumbre con horquillas que recogían esa posibilidad tanto de que el PP revalidase la Xunta, como que el BNG experimentaría una subida sin precedentes.

Sin embargo, ese crecimiento histórico ha tenido su base en un importante trasvase de votos desde las filas de votantes del PSdeG. Los socialistas gallegos han sufrido su mayor debacle en unas gallegas cayendo de 14 a 9 escaños (-5). Seguirán siendo la tercera fuerza en el Parlamento, pero con un resultado a todas luces negativo y que encadena otra cita electoral sin revertir el sorpasso del BNG.

La sensación desde los primeros compases del escrutinio era agridulce en el BNG, ante una formación que demostraba que es capaz de llegar a votantes a los que nunca había llegado antes. A tenor de subidas más que considerables. Pero venían de cosechar sensaciones inéditas en una campaña en la que protagonizaron actos políticos en las que llenaron a rebosar auditorios y un cierre de campaña en el Multiusos de Fontes do Sar, en la capital gallega de Santiago de Compostela, que superó incluso al del PP.

Precisamente, el discurso de Ana Pontón tras conocerse los resultados caminó en esa dirección, apuntando a que "hemos conseguido que miles de personas nos viesen como la alternativa". En esa línea, tras explicar que ya había llamado a Rueda para felicitarle por la victora, la candidata nacionalista ha agradecido "de todo corazón" a las más de "450.000 personas que hoy ilusionadas cogieron la papeleta del BGN. Habéis conseguido que tengamos un resultado extraordinario y que el BNG sea el referente indiscutible de la alternativa al PP".

Pontón también ha recordado que "tenemos un resultado que rompe con todos los techos electorales del BNG y que nos sitúa como la esperanza", habiendo ganado en algunas plazas clave en las que sobresale Vigo, pero no ha ocultado que este resultado no sirve para cambiar el signo de la Xunta: "Este resultado nos parece insuficiente. Nuestro objetivo era abrir un tiempo nuevo y darle un Gobierno liderado por el BNG".

Y, en ese momento, ha apuntado a que el BNG deja una semilla importante para el futuro. "Sé que hay muchas personas que están decepcionadas. Sé que había muchísima ilusión y que miles de personas depositaron sus esperanzas en nosotros. Esta campaña y este resultado indican que este país ya ha cambiado. No hay marcha atrás". Y "nada volverá a ser igual".