El narco Marcial Dorado rompe su silencio para atacar al PSOE y hacer un favor a Feijóo
Dice que los socialistas le ofrecieron "dinero para soltar una bomba contra Feijóo antes de las generales". En una entrevista con 'El Confidencial', habla sobre sus viajes juntos y a la pregunta de si el popular pagaba su parte, responde: "Algo pagaría él".

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, lleva años en la diana debido a su amistad con el narcotraficante y contrabandista gallego Marcial Dorado. El líder conservador fue fotografiado en 1995 junto a Dorado en un yate y años después, en marzo de 2013, El País publicó la imagen de ambos, que desde entonces le persigue. En ese momento, Feijóo era presidente de la Xunta de Galicia y Dorado ya había pasado por los tribunales.
La oposición lanza a Feijóo constantes alusiones a aquella amistad y le reclama que pida disculpas por ella. Es un arma arrojadiza en la dinámica de "y tú más" cuando surgen choques por la corrupción.
Ahora, Dorado ha roto su silencio en una entrevista exclusiva en El Confidencial, en la que afirma: "El PSOE me ofreció dinero para soltar una bomba contra Feijóo antes de las generales". La conversación con el digital es como sigue:
P. ¿Pero de quién fue la oferta?
R. Es una oferta…
P. ¿Qué le llegó a usted?
R. Viene del partido contrario. Sí, una oferta.
P. ¿Del Partido Socialista?
R. Sí, sí. Vino una oferta de un tío que… No quiero hablar más. No quiero nada que ver con ella.
P. ¿Pero le ofrecían dinero para hablar?
R. Sí.
P. ¿Antes de las elecciones?
R. Sí. Una oferta. Una bomba. Cuando se hablaba de una bomba. Cuando hablaban: ‘Va a estallar esto, va a estallar lo otro…’. Había ahí... Había unas palabras que había... tal… Quedó en nada.
El condenado por narcotráfico rememora un episodio ocurrido entre 2005 y 2006, cuando, según dice, envió un mensaje a José Blanco, exministro socialista y hombre clave del PSOE gallego, a través de un intermediario. "Le mandé un recado a un chavalito muy majo que hay allí, buen chaval, que es el que pasea a Pepiño Blanco en la barca. ‘Dile a Pepe Blanco que nos haga el favor… que nos haga una investigación y si ve que tengo algo que ver en esto, que se olvide. Pero yo no tengo nada que ver con el narcotráfico’", explica Dorado.
Pero la jugada no le salió bien, siempre según su exposición. Sostiene que unos meses después, dos individuos se presentaron en su oficina, identificándose indirectamente como policías. "’Mira, hombre, Marcial, mira… Nosotros… sabemos que le mandaste un recado a Pepe Blanco’. Y a mí, si me viene alguien a decir eso, sé que es verdad, porque se lo mandé", relata. Aquellos hombres le aseguraron que sabían de su inocencia en el narco, pero también le advirtieron supuestamente que sería condenado de todos modos. Le ofrecieron, insiste, una solución: "‘Si quieres, esto se arregla en una patada. Viene una persona de Madrid’. Así, eh. ‘Coge ahora mismo una persona un avión en Madrid y viene para aquí, la recibes y decides’". Dorado rechazó la oferta, sospechando intenciones ocultas, y atribuyó el envío de estos emisarios al propio Blanco, a quien califica de "sinvergüenza".
Dorado deja claro el motivo por el que habla ahora: "Porque llevo mucho tiempo tratando de reabrir mi caso". "Yo siempre dije que en cuanto me quedara algo de sangre en las venas lucharía por que se aclare la verdad. No soy un narcotraficante. Tengo una condena que a mí me han metido injustamente y lo único que quiero es que se revise", añade. Expone que contfrabandeaba cuando no era delito, pero insiste en alejarse de las mafias de la droga. Ahora está ya en su casa, por lo que José María Olmo, el entrevistador, le insiste en por qué da el paso. Y replica: "Quiero que mi familia no tenga el yugo de narcotraficante. Eso es lo que quiero. Yo he cumplido".
Sobre su amistad con Feijóo, sostiene que se conocieron en el año 93 o 94, en una cena en Santiago. Su conexión fue alguien de Campsa que conocía a Manuel Cruz, que era chófer del entonces consejero de Industria de Xunta. "Después ya, bueno, un día tal... Un día vino con Cruz, otro día tal... Salíamos incluso con las mujeres, tomábamos un vino...", explica. Recuerda que salían a cenar, a pasear y con el barco por Santiago, Arousa o Vigo. "Era visible. No había nada que ocultar", insiste. No tiene reparos en decir que era una "amistad", "porque era una buena persona y nada más. No había más nada".
Hace repaso de viajes que llegaron con el tiempo, juntos, a Picos de Europa, Estoril o Ibiza. A la pregunta: "¿Quién pagaba esos viajes? ¿Invitaba usted? ¿Feijóo pagaba su parte?", el narco contesta: "Algo pagaría él". Y sobre las famosas fotos juntos, dice que no las hizo él sino la mujer o la novia del popular. "Pero después repartimos las fotos. Y yo las tenía en casa también. Pero no en un álbum. Si alguien va a mi casa ve que hay sobres de las fincas, de la bodega, fotos de la familia… Muchas están dentro de sobres y otras están metidas en cajones. Ahí lo removieron todo. Yo no veo las fotos ahora. Es que no las veo. ¿De dónde salieron? No están". Dice que en 2003 hubo un registro de Aduanas y que "se las llevaron".
"¿Cree que el propio PP sacó esas fotos?", insiste Olmo. "Con los otros, con los del PSOE. Se unieron todos ahí. Porque allí [en Galicia], cuando hay que repartir comida, son todos, eh. De un lado y de otro. Entre ellos comen juntos. 'Entonces tenemos esto, no viene [Feijóo] para aquí. Este nos viene a joder la empanada'. Lo que pasa es que éste [Feijóo] tendría que tener un poco más de... para mí.... ah. Es igual", concluye.
Dorado explica que por entonces, cuando mantenía esa amistad con Feijóo, que terminó en 2002, según su testimonio, no había sido condenado todavía por narcotráfico: "Yo no tenía ninguna condena".
