Felipe VI adelanta su intención de "ir cediéndole este espacio de honor" a la princesa Leonor
El rey deja en el aire su futura participación en la ceremonia de los Premios Princesa de Asturias, tras "44 años" como protagonista fundamental. Minutos después, ha sido Leonor la encargada de cerrar el acto.
Al filo de las lágrimas, "con la emoción de padre y con la emoción de rey" Felipe VI anunciaba al comienzo de su discurso su intención de "ir cediéndole este espacio de honor" a su hija y heredera, la princesa Leonor. Unas palabras que de inmediato se han entendido como un muy posible paso al lado en la ceremonia de los Premios Princesa de Asturias (antes Príncipe de Asturias) de la que ha sido parte fundamental "durante 44 años", ha remarcado.
En un discurso más corto y con menos trasfondo político o global que en las anteriores ediciones, Felipe VI ha vuelto a apoyarse en la educación como elemento central. Tras hacer de ella la clave de su reciente intervención en el foro 'World In Progress' de PRISA, este viernes ha defendido que "la convivencia democrática tiene su gran pilar en la educación".
"Mientras seamos capaces de inculcar en quienes vienen detrás de nosotros los principios y valores por los que hemos luchado, les estaremos dando las herramientas para construir su futuro", añadía, en otro evidente guiño a su heredera, la princesa Leonor.
Para el monarca, "educar en valores no consiste en negar la realidad que nos toca vivir, ni tampoco en huir de cambios tecnológicos que son ya parte de nuestra vida". Sí consiste, en cambio, "en encontrar ese camino intermedio entre la comunidad y la persona, entre el respeto por lo colectivo y el valor del individuo".
Pese a los muchos cambios de forma y fondo, el rey ha querido volver a uno de sus habituales campos en este acto, la lucha contra el individualismo aislante, apoyándose en la obra y valores de los premiados. Así, Felipe VI ha alertado del "cultivo del individualismo radical que, si no se embrida de algún modo puede llevar tanto a la indiferencia como a la soledad". En su opinión, resulta paradójico que "sociedades tan interconectadas como las actuales estén tan llenas de personas que están solas, se sientes solas o tienen problemas para comunicarse".
Ante lo que llama "una pulsión globalizadora que todo lo homogeiniza, que oscurece las diferencias, las singularidades, que degrada la diversidad", ha llamado a huir de "comportamientos gregarios, sujetos muchas veces a los dictados, sutiles pero persistentes, de una red, de un algoritmo, de una pantalla".
Entre aplausos y sin perder la expresión emocionada, Felipe VI regresaba a su lugar central para escuchar el Himno de Asturias y la clausura oficial de un acto que ya no llevaría su voz, sino la de su hija Leonor. Otra muestra del 'relevo' al frente de la ceremonia de los Premios Princesa de Asturias que podría materializarse en 2026.