Puigdemont rompe su silencio en un vídeo tras huir de España: "Nunca he querido entregarme"
El expresident catalán se ha dirigido a sus "compatriotas" a través de un vídeo en el que asegura que su intención era "estar presente en la sesión de investidura" pero que eso implicaría una detención segura.
Un día después de confirmar que se encuentra en Waterloo, y tras varios días en los que su no detención en su regreso a Cataluña ha sido la principal noticia en clave política española, Carles Puigdemont ha publicado un vídeo a través de su cuenta de X con el que se ha dirigido tanto a sus votantes como al conjunto de la población catalana: "Queridos compatriotas..."
En él, el expresident y 'líder' de Junts ha querido destacar que su principal intención tras su regreso a Cataluña era la de "estar presente en la sesión de la investidura", pese a que esto sería, desde su punto de vista, "una detención segura", que no lo le habría permitido tener "ni la más mínima posibilidad de acceder a la Cámara, como era mi intención".
Ante tal escenario, Puigdemont ha ratificado una vez más la postura que ha mantenido durante todos estos años desde que huyera en 2018 a Bélgica, y ha reiterado que su intención no era la de entregarse, al considerar que se trata de "una autoridad judicial que nos persigue desde 2017".
En esta misma línea, el que fuera el cabeza de lista de Junts en las pasadas elecciones catalanas, ha subrayado nuevamente que con "el dispositivo policial organizado" por el departamento de Interior se trataba de "impedirme ejercer mis derechos políticos fundamentales".
Con todo, Puigdemont ha dejado claro que su regreso 'triunfal' a Cataluña el pasado miércoles, que tuvo como momento cúspide el mitin del jueves, apenas minutos antes del inicio de la sesión de investidura de Salvador Illa, implicaba un riesgo para el que él "estaba preparado".
"En el caso de fracasar, cosa para lo que estaba preparado, el objetivo es volver a mi residencia belga", y ha lamentado que en esta "estrategia de rebelión judicial (contra él)" activada por un Supremo "que no acepta dócilmente lo que el Estado ha aprobado", contaría "con la colaboración de un Govern de Cataluña al que ya se le había acabado el tiempo".
Asimismo, ha insistido en la idea que ya dejó más que clara durante el pasado jueves: "Nunca he querido entregarme. Nunca he querido entregarme a una autoridad judicial que ni es competente para perseguirnos por haber defendido el derecho de autodeterminación y haber organizado el referéndum de independencia de Cataluña, ni tiene, por otra parte, ningún interés para hacer justicia".
Y ha afirmado que esta maquinaria "está cargando contra unas personas muy concretas", y ha culminado afirmando que "solo existe un objetivo final que da sentido a todo lo que podemos hacer: la libertad. La libertad individual y la libertad de nuestro país".
Una "etapa nueva"
Por otro lado, y coincidiendo con la toma de posesión este sábado del socialista Salvador Illa como presidente de la Generalitat, Puigdemont ha valorado que se abre una "etapa nueva", pero que el proceso de independencia se acabará con la independencia.
"Hace falta explicar las razones por las cuales queremos la independencia. Hace falta llegar a todos los rincones del país, cada uno con su lenguaje, con su estrategia. Lo tenemos que hacer para recordar los enormes e insostenibles costos de la independencia y cómo estos costos afectan a la vida cotidiana de los ocho millones de catalanes", ha remarcado.
También ha destacado que el nuevo paisaje político que abre una Generalitat liderada por el PSC "no son las circunstancias más favorables", aunque ha matizado que es un escenario fruto de decisiones legítimas.
Al final del comunicado, Puigdemont ha agradecido a las personas que han hecho posible su operación de volver a Cataluña y huir sin ser detenido, y ha emplazado al independentismo a hacer "decenas de miles de acciones" individuales y colectivas para, textualmente, descolocar el Estado español.