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Sánchez afronta una cumbre clave de la OTAN en mitad de la parálisis ejecutiva por la trama corrupta que señala al PSOE

Sánchez afronta una cumbre clave de la OTAN en mitad de la parálisis ejecutiva por la trama corrupta que señala al PSOE

El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, envió anoche una carta a todos los países aliados para exigir el 5% de gasto militar, una cifra a la que España se niega y que promete un enfrentamiento con Estados Unidos en la cumbre de La Haya.

Pedro Sánchez, derecha, con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte.Francesco Militello Mirto/NurPhoto

Dicen que todos los problemas vienen juntos, pero lo cierto es que al Gobierno no podía haberle coincidido todo en peor momento. Mientras el Ejecutivo atraviesa una suerte de parálisis con la espera angustiada de nuevos informes de la UCO, que pueden salir o no, Pedro Sánchez enfrenta en unos días una cumbre crucial de la OTAN, acaso la más importante de los últimos años. La Alianza Atlántica, con el obligado criterio de Donald Trump, exigirá a los aliados alcanzar el 5% de su PIB en gasto militar, una cifra a la que España se resiste. La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha reiterado en que el 2% es, por ahora, más que suficiente. Pero el contexto geopolítico tampoco acompaña. A las guerras en Ucrania y Gaza se ha sumado ahora el cruce bélico entre Israel e Irán, con un Estados Unidos que amaga con intervenir.

A pesar de las resistencias de algunos países de la OTAN, entre los que se encuentran España, Italia o Portugal, el secretario general de la Alianza, Mark Rutte, envió anoche una carta a todos los aliados para avanzar lo que repite desde hace meses: es imprescindible que todos lleguen a ese 5% del gasto en defensa. Según Rutte, la posibilidad de una agresión rusa más allá de Ucrania no es descartable. Tanto es así que hace unos meses aseguró incluso que los europeos deberían aprender a hablar ruso si sus gobiernos no aumentaban la inversión en defensa. Unas declaraciones que esta semana repitió la Alta Representante de la Unión Europea, Kaja Kallas. "Citando a mi amigo Mark Rutte, si no ayudamos más a Ucrania, todos deberíamos empezar a aprender ruso", espetó una Kallas que situó a Europa en el momento más peligroso de su historia. "Ucrania es solo un paso en el camino hacia Occidente", dijo con relación a Rusia.

Ante esta perspectiva, la postura española es clave. Para aprobar una subida consensuada hasta ese 5% deseado por Trump, la OTAN precisa de unanimidad, y el Gobierno ya ha dejado claro que, si bien entienden que otros países quieran y puedan hacerlo, no es nuestro caso. Pero es que además Sánchez lo tiene ahora más difícil. Sus socios de Gobierno han demostrado en diferentes ocasiones su oposición al aumento del gasto militar y, ahora, tras la publicación del informe de la UCO sobre Santos Cerdán, el presidente precisa caminar con cautela. Cualquier movimiento en falso podría suponer la retirada del apoyo de unos socios que ya no confían en él. Por otro lado, si ya es complicado alcanzar el 2% sin tocar el gasto social, como prometió el presidente del Ejecutivo, llegar al 5% sin que afecte es imposible, y eso es algo que no solo ha reconocido sino también reclamado el secretario general de la OTAN.

La situación es todavía más compleja porque España ha dicho que, pese a oponerse a ese incremento, tampoco vetará que los demás países lo hagan. El asunto es cómo hará la OTAN para aprobar una subida hasta el 5% pero no para todos los países. Y si Estados Unidos lo aceptará, que no parece. El enfrentamiento entre el Gobierno español y el estadounidense, desde donde Trump ya criticó a España por su escaso gasto en defensa, es casi seguro. El presidente estadounidense llegó a amenazar en alguna ocasión con dejar sin utilidad a la OTAN si no se hace lo que pide, aunque tampoco lo tiene fácil. Es más, estos días su Fuerza Aérea utiliza sus bases en Rota y Morón, España, para el desplazamiento de aviones militares.