Londres: y de una idea nació el Boxpark

Londres: y de una idea nació el Boxpark

Unos dicen que en época de crisis, la mente se agudiza y nacen las ideas más ingeniosas. Otros, sin embargo, argumentan que en estos tiempos la escasa liquidez de bolsillo nos hace aferrarnos a lo que ya tenemos, disminuyendo así la creatividad.

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Ideas. Unos dicen que en época de crisis, la mente se agudiza y nacen las ideas más ingeniosas. Otros, sin embargo, argumentan que en estos tiempos la escasa liquidez de bolsillo nos hace aferrarnos a lo que ya tenemos, disminuyendo así la creatividad. Una idea nace de una explosión creativa. Ahora, convertir esa idea en realidad, en algo plausible y, que a la vez, de beneficio, es una ardua tarea. Pero, ¿y si lo lográramos? Un ejemplo es el Boxpark de Londres.

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Boxpark de Londres. Foto: Raúl G. Serra.

Empeñado en mostraros todos y cada uno de los recovecos del Este de Londres, me parece aún increible que no os haya hablado del Boxpark, esa iniciativa de especie de centro comercial construido sóla y únicamente a base de contenedores. ¿¡WTF!? Marcas como Nike, Palladium, Vans, Playfull Promises, Gola, Dockers o Bike Republic tienen su espacio en él. Y como en todo buen centro comercial que se precie, también se come y se bebe: un mexicano que regala -bajo promoción- cerveza con sus burritos, un tailandés muy urbano y un americano que fabrica su propia cerveza y cuenta con unas hamburguesas muy (muy) sabrosas.

La infraestructura está instalada en Bethnal Green Road con Shoreditch High Road, justo en un tramo de acera que antiguamente estaba ocupado por los vendedores callejeros, o dicho de otro modo, aquellas personas que aprovechando el tirón del Brick Lane Market de los domingos sacaban a la calle de forma improvisada sus más preciados enseres de segundamano: americanas, abrigos, bicicletas para bebés, cintas de cassette, películas descoloridas, instrumentos musicales y, hasta, G.I. Joe. ¿Legal? Sin embargo, Boxpark no los ha echado, simplemente se han reducido en número y se colocan calle abajo.

Boxpark cuenta también con algo así como una terraza en su piso superior a la que se accede por unas escaleras. Radiadores para el invierno, sombrillas para el verano y toldos para la lluvia, estos chicos han pensado en todo. Es el primer modelo de este tipo de infraestructura que se hace en el mundo, según dice su página web. Abrió sus puertas en 2011 y tiene previsto permanecer en el mismo enclave, al menos, hasta 2015. Pero Boxpark no es un centro comercial al uso, es mucho más: es un lugar donde dejarse ver, donde quedar y tomarse una cerveza, donde comprarse esas zapatillas tan molonas, mirar tu Facebook y comerse unos noodles. Y todo con acceso a Wi-Fi.

Es muy común ver a artistas firmando discos, a las diferentes marcas lanzar promociones de lo más jugosas, e incluso a otras marcas aprovecharse del tirón del enclave para promocionarse a sí mismas. Aquí hay moda y estilo, los encargados de las tiendas, como si de una sesión fotográfica se tratase, van vestidos -que no disfrazados, creo- acorde con el estilo de su tienda, siguiendo y marcando tendencia. De modo que uno no sólo va a comprar sino también a coger ideas, comentar y ver lo último en moda.

Este es un lugar obligado para los estudiantes de Publicidad y Marketing, pero también para aquellos emprendedores que necesiten de una idea, de una chispa, algo que explote y nazca así otro Boxpark. Es un espacio para sentarse, pedirse una cerveza y pensar: ¿por qué no se me ocurrió a mí antes? Al fin y al cabo, son sólo contenedores puestos unos sobre otros en unos escasos metros cuadrados. El segundo Boxpark del mundo abre sus puertas este verano. ¿Saben dónde? Pinchen aquí: Amsterdam.