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Adiós a las almohadas amarillas: desvelan la receta para que vuelva el blanco del primer día

Adiós a las almohadas amarillas: desvelan la receta para que vuelva el blanco del primer día

Es un método práctico y sencillo.

Almohada amarillenta por el usoGetty Images

La almohada es uno de esos elementos indispensables en el día a día en la vida de cualquier persona pero que paradójicamente pocas veces se piensa en ella como se debería. Y esto se traduce en que su estado puede empeorar de forma evidente, y principalmente, el síntoma más claro es esa metamorfosis a una especie de color amarillento desteñido.

Esta es una lucha que todo el mundo, en algún momento ha tenido que luchar: por salubridad, higiene y en último lugar, estética. Aunque sea una simple almohada. Para comprender mejor la importancia de este asunto, hay que explicar en primer lugar por qué se produce este descoloramiento y por qué adquiere tintes amarillentos.

Fundamentalmente, esto se debe a los restos de sudor, grasa, polvo, maquillaje o huéspedes microscópicos que habitan nuestra habitación. Pero no desesperen porque les traemos una solución fácil, barata y natural para poner fin a este problema que para muchos puede convertirse en un dolor de cabeza.

Para empezar por lo más básico, hay que señalar que lavarla cada ciertos meses no solo es una recomendación, sino que debería ser una obligación, ya que es el lugar en el que más horas pasamos al día apoyando la cabeza, y una incorrecta higiene puede provocar todo tipo de problemas cutáneos, irritaciones, aparición de acné, estornudos, etc.

Sin embargo, esto solo no vale. Y es más que necesario llevar a cabo otro tipo de procesos para que la almohada recupere su estado natural. El método natural más exitoso y al que hacemos referencia tiene que ver con la mezcla de una serie de productos naturales y domésticos, fácil de encontrar en casa, que eliminan las manchas, los olores desagradables y restauran la frescura sin dañar los tejidos de la almohada.

Para conseguir esta mezcla se necesitan:

  • Una taza de peróxido de hidrógeno
  • Media taza de bicarbonato de sodio
  • Una taza de vinagre de vino blanco
  • Una cucharada de detergente orgánico para ropa
  • Agua caliente del grifo

Lo que hará recuperar a la almohada su color blanco inicial es el peróxido, que actúa como agente blanqueador natural. Por su parte, el bicarbonato de sodio neutraliza los olores y suaviza, mientras que el vinagre actúa como desinfectante y el detergente ayuda a descomponer la grasa y la suciedad.

El proceso tendrá que realizarse de una manera particular: primero lavando por separado los recubrimientos y capas protectoras, y a continuación revisar que la almohada no tenga ninguna costura débil, en cuyo caso se recomienda coserlas o lavarlas a la mano.

A continuación, añade todos los ingredientes al tambor de la lavadora sin suavizante ni blanqueador y todo ello a una temperatura soportable por el tejido de la almohada. Tras ello, se recomienda un segundo enjuague. Por último está el proceso de secado, el cual puede alargarse incluso dos horas, dependiendo de la calidad del tejido. Todo esto se recomienda hacerlo cada 3 o 4 meses.