Canadá necesita ayuda en su nuevo proyecto de supersubmarinos y España se encontraba entre las candidatas
Fue uno de los cinco astilleros candidatos.
El Gobierno de Canadá ha dado un paso decisivo en la renovación de su flota submarina con el Proyecto de Submarinos de Patrulla Canadiense (CPSP). Se trata de una iniciativa que pretende dotar a la Marina Real Canadiense de hasta doce unidades de nueva generación con capacidades de sigilo, resistencia y letalidad.
El objetivo es reemplazar a los veteranos submarinos de clase Victoria, adquiridos de segunda mano a Reino Unido a finales de los años noventa y cuya operatividad se extenderá solo hasta mediados de la próxima década.
Con la mirada puesta en el Ártico y en los tres océanos que bañan sus costas, Canadá subraya la necesidad de contar con una fuerza submarina moderna que garantice su soberanía marítima y refuerce sus compromisos internacionales.
“Se trata de defender nuestra soberanía, proteger a los canadienses y garantizar que nuestras Fuerzas Armadas cuenten con las herramientas necesarias”, afirmó el ministro de Defensa Nacional, David J. McGuinty, al anunciar los avances del programa según recoge Naval News.
Alemania y Corea, preseleccionadas
El Ejecutivo canadiense confirmó que, tras una primera fase de evaluación, Thyssen Krupp Marine Systems (TKMS), de Alemania, y Hanwha Ocean, de Corea del Sur, han sido preseleccionadas como los dos proveedores que avanzan en el proceso.
La decisión, recalcan, se ha tomado tras un análisis detallado de los requisitos de construcción, entrega y mantenimiento de la futura flota, así como de las experiencias de otros países en materia de adquisiciones navales.
“La identificación de TKMS y Hanwha como proveedores calificados marca un paso importante hacia la adquisición de esta capacidad crítica”, señaló el secretario de Estado de Adquisiciones de Defensa, Stephen Fuhr. El primer submarino debería estar operativo como tarde en 2035.
España y otros países, en la carrera inicial
Aunque en esta fase solo continúan Alemania y Corea, Canadá confirmó que cinco astilleros internacionales participaron en las conversaciones iniciales, entre ellos Navantia (España), Saab (Suecia) y el grupo naval francés.
Sin embargo, la empresa pública española al haber sido descartada, no optará al contrato con un valor estimado en 70.000 millones de dólares canadienses, es decir, 43.440 millones de euros, según detalló Infobae.
La inclusión de la compañía española en ese primer grupo de candidatos significa que ha despertado interés en marinas aliadas. Además, haber aparecido entre los candidatos refleja la reputación de Navantia en programas de vanguardia como los submarinos S-80 Plus, que actualmente construye para la Armada Española.