Compra unos pantalones en el mercadillo y en casa descubre que esconde una desagradable sorpresa de su dueño anterior
Es algo inconcebible.

Acudir a un mercadillo no siempre es la mejor opción para adquirir determinados productos, y en muchas ocasiones, no tiene nada que ver con la calidad, sino más bien con el estado en el que esos productos se encuentran.
Algunos de ellos pueden presentar ligeras imperfecciones que hayan provocado que el producto no se encuentre en perfecto estado, pero hay otros casos en los que directamente, el artículo comprado es totalmente incompatible con ser utilizado en plenas condiciones.
Sin embargo, en muchas ocasiones, determinados olores o aspectos deteriorados provocan que los compradores se 'echen para atrás' a la hora de adquirir algún producto. Todo esto ha quedado patente en un artículo publicado por un medio local, en el que comparten los testimonios de algunos compradores habituales de mercadillo, y las ingratas sorpresas que se han llevado en más de una ocasión.
Una mujer señaló que llegó a tirar "varias chaquetas que compré porque olían muy mal a moho, aunque las había lavado bien". Pero sin duda, el caso que se lleva la palma es el de un hombre que aseguró haber comprado unos pantalones que, al llegar a casa, descubrió que se encontraban manchados "de caca", literalmente.
Sin embargo, lo más llamativo, si se consultan las respuestas publicadas es que este tipo de prácticas no son, ni mucho menos, extrañas, y sorprendería la cantidad de gente que denuncia casos similares, u otros que aseguran encontrar manchas de sudor, pulgas y un sinfín de desagradables situaciones.