Condenado a 25 años y medio de prisión el culpable del asesinato de un hombre en Bilbao al que contactó por una app de citas
Se trata de la segunda condena para el joven de 25 años, que aún mantiene otras cuatro causas abiertas por asesinatos en serie a homosexuales.

El hombre colombiano de 25 años acusado de asesinar a un varón, Nelson David Moreno,— al que se le atribuyen otros crímenes en serie sobre homosexuales que conocía a través de aplicaciones de citas— el pasado 17 de octubre de 2021 en Bilbao ha sido condenado a un total de 25 años de prisión.
En total, el magistrado presidente del tribunal del jurado ha impuesto al acusado 23 años de cárcel como autor de un delito de asesinato doblemente cualificado con alevosía y ejecución del hecho para facilitar la realización de otro delito, en concurso medial con un delito de robo con violencia en casa habilitada. Así como una pena de 2 años y 6 meses de prisión por delito continuado de estafa con la agravante de reincidencia.
Por otra parte, el acusado deberá indemnizar un total de 156.740 euros a los hermanos y herederos de la víctima, en calidad de responsabilidad civil. Respecto al delito de usurpación del estado civil, la Audiencia ha optado por absolverle, al considerar que "no se da la nota de permanencia en el tiempo ni la apropiación por el suplantador de los derechos y obligaciones de la persona afectada" suficientes para condenarle. Por ahora, el abogado no ha confirmado que vaya a presentar recurso, aunque sí que ha expresado esa intención durante el juicio.
Las aplicaciones de citas: la vía por la que captaba a las víctimas
Según recoge la sentencia, que ha sido notificada este miércoles a las partes implicadas por el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV), el acusado fue al domicilio de la víctima— al que conoció por "una aplicación de contactos entre hombres"— en Bilbao, "con el ánimo de acabar con su vida o, en todo caso, asumiendo plenamente el riesgo y la consecuencia, procedió a estrangularle" realizándole un "mataleón".
El hombre, al que se le acusa de actuar de "forma sorpresiva e inesperada prevaleciéndose de la situación de confianza" que había creado con la víctima y de la "expectativa de mantenimiento de una relación sexual", tenía como objetivo "obtener acceso a sus datos y a su cuenta bancaria" para "llevar a cabo operaciones patrimoniales ilícitas a su favor, así como hacerse con sus bienes patrimoniales, dinero y tarjetas bancarias para la utilización posterior de estas en su beneficio, tal y como efectivamente hizo".
Algunas de las pruebas periciales en las que se sostiene la sentencia fueron la situación del acusado en la vivienda del hombre asesinado respecto a las celdas de telefonía móvil y el registro de su voz en una de las llamadas a la entidad bancaria que el acusado realizó para conseguir la clave digital del hombre fallecido. Además, tal y como agrega el magistrado presidente, "a pesar de que no haya tenido lugar un enjuiciamiento conjunto, resulta plenamente razonable que por el jurado se destaque, como un elemento de juicio más, la implicación del acusado en otros hechos de factura idéntica".
Todos tenían el mismo perfil
El hombre, al que se le acusa de al menos cinco muertes y dos intentos de asesinato, elegía siempre el mismo perfil de víctimas: hombres homosexuales de mediana edad (de entre 43 y 73 años) que vivían solos (y en un radio cercano) y a los que conocía por aplicaciones de citas. "La orientación sexual suponía una característica fundamental; era un nicho de mercado", relatan los agentes encargados del caso.
Otro de los aspectos en común fue la posición en la que se encontraron los cadáveres, pues aparecieron con posturas similares. Además, las cuentas bancarias de los hombres asesinados registraban movimientos después de su fallecimiento, lo que también dio la voz de alarma. En algunos de los casos, las víctimas tenían guardados en sus teléfonos el número del agresor.