La dueña de un restaurante en Esquilino (Italia) ha estado durante años vertiendo residuos aceitosos y grasos de origen vegetal y animal en las alcantarillas de un bloque de pisos conectado a las cocinas del establecimiento.

Su objetivo era ahorrarse los costes de eliminación, ya que el negocio tenía que pagar a los distintos consorcios que se ocupan en la zona de la recogida de esa clase de residuos especiales.

La situación se ha descubierto después de que varios vecinos denunciaran que habían encontrado esa clase de residuos durante las últimas operaciones de purga en las tuberías del edificio.

Tal y como recoge el medio de comunicación italiano Corriere della Sera, esas denuncias de los vecinos provocaron que la Policía Local iniciara una investigación que acabó destapando los malos hábitos de la mujer.

"La propietaria del restaurante, de nacionalidad china, se dedicaba a verter repetidamente residuos oleosos, grasas de origen vegetal y animal en las tuberías de desagüe de un bloque de pisos, que estaban conectadas a las cocinas del restaurante", se señala en el informe de la policía.

"Con el tiempo, esta acción ilegal había provocado la necesidad de realizar repetidas y costosas labores de purga y mantenimiento extraordinario de las tuberías, que se encontraban obstruidas por grandes acumulaciones de residuos fangosos, sustancias atascantes y restos de comida", ha añadido la policía.

Tras las investigaciones, el restaurante ha sido cerrado debido a las malas condiciones higiénico-sanitarias que han descubierto los agentes.

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