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El agua muy común que cuando exponemos a la luz solar directa se convierte en un nido de microplásticos

El agua muy común que cuando exponemos a la luz solar directa se convierte en un nido de microplásticos

Especialmente en verano, hay que llevar cuidado con este tipo de agua.

Imagen de archivo de un grifo.Will Waldron

Durante años, el agua embotellada se ha percibido como una opción más pura y segura que el agua del grifo. Sin embargo, recientes investigaciones revelan una realidad muy diferente: cada vez que bebemos de una botella de plástico, podríamos estar ingiriendo diminutas partículas de plástico conocidas como microplásticos que, en concentraciones elevadas, podrían representar un riesgo para la salud.

Estos fragmentos, que resultan de la degradación de residuos plásticos en el medio ambiente, han sido detectados en diversos entornos, desde el aire que respiramos hasta los alimentos que consumimos, y ahora también el agua potable, una de nuestras fuentes más esenciales.

Un estudio realizado por la red de investigación Enviroplanet, en colaboración con la Universidad Autónoma de Madrid y la OCU, analizó botellas de cinco marcas líderes que representan el 40 % del mercado español. Los resultados, publicados en Scientific Reports, revelan que el agua embotellada contiene una media de 0,7 microplásticos por litro, una cifra muy superior a los 0,0125 detectados en el agua del grifo.

La mayoría de las partículas halladas eran fragmentos de poliéster, el mismo material que compone el plástico PET de las botellas. También se identificaron fibras de celulosa y partículas no plásticas artificiales en mayores cantidades en el agua embotellada que en la del grifo. Esta última mostró una mayor variedad de polímeros, procedentes de fuentes como textiles, envases o pinturas.

Problema agravado con la exposición al sol

Por el momento, la cantidad de plástico ingerido es probablemente inofensiva a corto plazo, ya que "los resultados indican que las concentraciones son bastante bajas", afirma Virginia Gálvez Blanca, autora principal del estudio, en una entrevista con Stop Plástico. Sin embargo, no existen estudios concluyentes sobre los efectos en la salud a largo plazo

Además, en verano, las botellas expuestas a altas temperaturas puede agravar las consecuencias nocivas para la salud, ya que ciertos compuestos químicos pueden pasar del plástico al agua

Un estudio reciente de la Universidad de Jinan (China), publicado en la revista Eco-Environment & Health, alerta que la exposición de botellas fabricadas con PET (tereftalato de polietileno) a la radiación solar durante largos periodos favorece la formación de compuestos orgánicos volátiles (COV), algunos de los cuales se asocian a problemas de salud como irritaciones, desequilibrios hormonales e incluso riesgo de cáncer.

Cuando una botella plástica permanece al sol durante horas, el calor y la luz ultravioleta desencadenan un proceso conocido como fotodegradación, que deteriora la estructura química del material. Como resultado, se liberan al agua distintos compuestos, entre ellos:

  • Alcanos y alquenos.
  • Aldehídos.
  • Ácidos y alcoholes.
  • n-Hexadecano, una sustancia catalogada como potencialmente cancerígena.

Priorizar el agua del grifo

Por ello, la experta apela al principio de precaución y recomienda priorizar el consumo de agua del grifo, una alternativa más segura, ecológica y accesible.

Gálvez afirma que "la desconfianza en la calidad del agua del grifo lleva a los consumidores a optar por el agua embotellada", y que esto se puede revertir implementando varias medidas:

  • Fomentar el consumo de agua del grifo. La experta señala que es fundamental "aumentar la confianza en el agua de red mejorando los procesos de filtración en las plantas potabilizadoras". Esto permitiría asegurar una calidad del agua comparable o incluso superior a la del agua embotellada.
  • Disminuir la dependencia de plásticos desechables. Es necesario implementar medidas que limiten la producción y el uso de envases plásticos de un solo uso, promoviendo en su lugar opciones reutilizables y más respetuosas con el medio ambiente.
  • Lanzar campañas informativas. Educar a la población sobre los beneficios económicos y ecológicos de consumir agua del grifo es clave. Se debe destacar "su bajo coste y el menor impacto ambiental".
  • Apoyar el desarrollo de envases ecológicos. Es conveniente "favorecer la investigación y el desarrollo de materiales para envases que sean más fáciles de reciclar, biodegradables o reutilizables, con el objetivo de reducir la generación de residuos plásticos".
  • Establecer normas sobre los microplásticos. Es urgente que estos contaminantes se incluyan en la legislación ambiental, al igual que otros compuestos nocivos, para limitar su presencia en el agua y proteger la salud humana y el entorno natural.

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