Sos del Rey Católico no es solo un pueblo con un nombre imponente, sino también un lugar lleno de historia y encanto. Su origen se remonta a la época romana, aunque fue en la Edad Media cuando adquirió su configuración actual. El castillo, construido en el siglo X, y las murallas que rodean el casco antiguo son testigos mudos de un pasado lleno de batallas y conquistas.

El Palacio de Sada, donde nació Fernando el Católico, es uno de los edificios más emblemáticos del pueblo. Este palacio, que data del siglo XV, ha sido restaurado y convertido en un centro de interpretación dedicado a la vida y obra del monarca. Los visitantes pueden recorrer sus salas y conocer de cerca la historia de Fernando II, desde su nacimiento hasta su ascenso al trono y su papel en la unificación de España.

La iglesia de San Esteban, situada junto al castillo, es otro de los puntos de interés de Sos del Rey Católico. Esta iglesia románica, con su impresionante portada y su pila bautismal, donde fue bautizado Fernando el Católico, es una joya del arte medieval aragonés. En su interior, los visitantes pueden admirar el Cristo del Perdón, una de las pocas tallas del siglo XII que se conservan en España.

Pasear por las calles de Sos del Rey Católico es una experiencia única. Sus casas de piedra, sus plazas y sus rincones llenos de historia transportan al visitante a otra época. Cada rincón del pueblo cuenta una historia, desde la Plaza de la Villa, con su ayuntamiento renacentista, hasta la Lonja, un edificio del siglo XVI que servía como mercado y lugar de reunión.

Además de su patrimonio histórico, Sos del Rey Católico ofrece una amplia oferta cultural y turística. El pueblo forma parte de la red de Los Pueblos Más Bonitos de España, y no es para menos. Su conservación impecable y su ambiente tranquilo lo convierten en un destino ideal para una escapada rural. Los visitantes pueden disfrutar de visitas guiadas, rutas de senderismo y una variada oferta gastronómica que incluye platos típicos de la región.

La importancia histórica de Sos del Rey Católico no se limita a ser el lugar de nacimiento de Fernando el Católico. A lo largo de los siglos, el pueblo ha sido testigo de numerosos eventos históricos. Durante la Guerra de Sucesión, fue una de las pocas plazas fuertes de Aragón que permaneció fiel al rey Felipe V, lo que le valió varios privilegios una vez finalizado el conflicto.