La mayoría de los vuelos se desarrollan sin incidentes, pero algunos se convierten en experiencias inesperadas. La seguridad es primordial, ya que un fallo puede tener consecuencias fatales. Por ello, se llevan a cabo numerosas revisiones y controles, incluyendo restricciones sobre lo que se puede llevar a bordo.

Recientemente, la Guardia Civil ha iniciado una investigación en el aeropuerto de Barajas por un delito contra la flora y fauna, tras interceptar un paquete con 15 tarántulas enviadas desde San Fernando de Henares a Sevilla. Declarado como copas de cristal, el paquete contenía nueve especies protegidas, todas incluidas en el Catálogo Internacional de Especies Amenazadas (CITES).

Especies peligrosas encontradas

Las tarántulas incluidas en el paquete son Brachypelma Hamorii, Brachypelma boehmei, Brachypelma Emilia, Poecilotheria regalis, Aphonopelma pallidum y Tlitocatl albopilosus. Estas especies están en el apéndice II del CITES y se consideran peligrosas. Una vez identificadas, fueron trasladadas a centros especializados en la Comunidad de Madrid.

Tras localizar al remitente en San Fernando de Henares, la Guardia Civil lo investigó por su implicación en el delito. Además, se descubrió un centro donde se distribuían estos arácnidos, encontrando también cuatro lagartos, tres víboras negras, siete víboras asiáticas y una víbora pitón verde, todos sin documentación.

Normativa de animales en aviones

La normativa de Aena establece que perros, gatos y hurones pueden viajar en cabina si no superan cierto peso y dimensiones, y deben ir en un transportín adecuado. También pueden viajar en la bodega del avión. Es importante notificar a la aerolínea con antelación si se planea viajar con una mascota, ya que hay un límite máximo de animales en cabina. El transporte de animales generalmente tiene un costo adicional y las normas pueden variar según el país de origen y destino.