En España abundan las bolsas negras en los árboles y piden por tu salud huir rápidamente del lugar si ves una
Tiene una función clave.

Seguro que en más de una ocasión has detectado la presencia de una bolsa negra en las ramas de algunos árboles y te habrás preguntado a qué responde esto. Hoy les traemos la respuesta que seguro que a partir de ahora te condicionará siempre que veas una de ellas colgada en un árbol.
Y es que, a diferencia de lo que puede creerse, las bolsas negras tienen una función muy particular y que es desconocida por casi todo el mundo, y no tiene nada que ver con ningún aspecto decorativo o de 'residuo olvidado', como muchos pueden creer.
Según explican, estas bolsas negras tienen la misión de luchar contra la oruga procesionaria del roble, que supone una labor clave para preservar los espacios verdes de bosques y similares. Lo definen como unas trampas ecológicas, que están diseñadas para frenar la proliferación de este insecto.
Y es que, la oruga procesionaria implica un riesgo importante para la salud humana debido a sus pelos urticantes, que afectan a bosques y jardines. Pero, ¿cómo funcionan estas bolsas y por qué son tan importantes?
Pues bien, la clave de estas bolsas reside en que las orugas son guiadas a la apertura de la bolsa y una vez dentro quedan atrapadas. Además, el calor acumulado en la bolsa al estar expuesto a la luz solar acelera su secado, lo que impide su propagación. Con este truco, se consigue controlar en la medida de lo posible, la amenaza de estas orugas sin ser necesarios insecticidas.
Por otro lado, estas bolsas son claves por varios motivos. Y es que, aparte de frenar la proliferación de las orugas, otro punto a favor está en que las bolsas previenen y evitan la propagación de pelos irritantes y urticantes capaces de provocar reacciones alérgicas que pueden provocar.
Con todo, no hay que infravalorar la amenaza de estas orugas, que como se demostró recientemente en Colonia, pueden provocar graves consecuencias en árboles como el roble, ya que sus larvas devoran las hojas frescas de los árboles.
Por último y como detalle, para conseguir que la bolsa no se mueva demasiado debido a las fuertes rachas de viento, se suele llenar con arena o algún otro material parecido.