Alerta alimentaria en Turquía. 648 personas han sufrido una intoxicación después de comer de pollo en un restaurante del distrito de Korfez de Izmit. Desde el momento del consumo, las hospitalizaciones han sido masivas y el número de pacientes llegó a 950, tal y como han informado las autoridades sanitarias. Además, el restaurante ha cerrado sus puertas y sus propietarios se encuentran bajo disposición judicial.

Según publica el medio griego Cibum, la defensa de los empresarios ha acaparado titulares en la prensa turca. Ellos han defendido que "el problema no se debe a la comida, sino probablemente a la sensibilidad del consumidor". Además, señalaron que "lo vendimos a unas 2.000 personas en dos días. Si el pollo estaba en mal estado, lo hubiéramos notado en la cocina". "No estamos jugando con la salud de nadie", aseguran.

En declaraciones recogidas por el digital, el director de Salud de la ciudad de Estambul ha informado que ningún paciente se encuentra en estado crítico. "Hubo una exageración debido al pánico. Muchos pacientes acudieron a los hospitales como medida preventiva. No tenemos ningún caso en estado crítico", asevera.

De acuerdo a la información difundida, la opinión pública de Turquía ha expresado "su indignación y preocupación" por "la falta de supervisión y las controvertidas justificaciones de los responsables". El caso ha sacado a la luz "serias dudas" sobre "la seguridad alimentaria y la vigilancia en la cadena de suministro". 

"Se espera que el incidente conduzca a nuevas medidas y controles más estrictos en el restaurante, mientras continúa la investigación de las autoridades", concluye la publicación.