España se sube al nuevo tren de velocidad de vértigo con estaciones en 10 países de Europa y un trayecto de 22.000 kilómetros

Starline es un innovador proyecto ferroviario que promete cambiar la movilidad europea mediante una red de trenes de alta velocidad que conectará 39 ciudades clave en toda Europa. Algunas de las principales rutas serían Lisboa a Kiev, Nápoles a Helsinki, Milán a Oslo y Madrid a Estambul. Las principales paradas también incluirían capitales como Londres, París, Viena, Roma y Zúrich.

Respaldada por países como Finlandia, Alemania, Italia y Portugal, se estima que esta iniciativa podría reducir los vuelos de corta distancia en un 80%, ofreciendo tiempos de viaje un 30% más rápidos que los medios de transporte actuales. Asimismo, se disminuirían las emisiones de CO2, promoviendo el transporte terrestre eficiente.

El proyecto, ideado por la organización Europa XXI, consiste en una red de unos 22.050 kilómetros de vía que ofrecería una alternativa al transporte aéreo. Con trenes capaces de alcanzar más de 400 kilómetros por hora, Starline reduciría drásticamente los tiempos de viaje entre ciudades, como el trayecto entre Helsinki y Berlín, que podría acortarse a solo tres horas. 

El proyecto, que sería financiado con inversión pública, estaría operado por proveedores ferroviarios nacionales y gestionado por una nueva Autoridad Ferroviaria Europea, encargada de coordinar la expansión del sistema y asegurar su buen funcionamiento. Las estaciones, situadas en las afueras de las ciudades conectadas, se transformarían en modernos centros culturales, con restaurantes, museos, tiendas y conexiones con el transporte local.

Lo que diferencia a Starline es su enfoque en la experiencia del pasajero. Con trenes que renuncian a las divisiones tradicionales de clases, en su lugar ofrecerían zonas de trabajo para viajeros que trabajen en remoto y secciones familiares para quienes viajan con niños. Esta modernización busca proporcionar un viaje cómodo y eficiente a todos los usuarios.