Esta isla de 230.000 metros cuadrados es la propiedad más cara del país: pertenece a un conductor jubilado
Es desconocida por casi todo el mundo y esconde un encanto único.

Un vídeo publicado en el canal UpStories ha situado el foco en uno de los rincones más desconocidos y enigmáticos de la Riviera ateniense. Se trata de la isla de Ydroussa, un pequeño paraíso privado a menos de un kilómetro de la costa de Voula y completamente fuera del radar de la mayoría de los griegos.
Situada justo frente al megacomplejo urbanístico Hellinikom, que cuando finalice su construcción será el edificio más alto de Grecia, la isla ha permanecido oculta a plena vista. A pesar de su cercanía al bullicioso desarrollo inmobiliario, pocos conocen su existencia y menos aún su historia.
Ydroussa es una de las escasas islas privadas del Ática, lo que ya de por sí la convierte en un bien singular. Pero su valor estratégico ha aumentado exponencialmente por el auge del turismo de lujo y la transformación de la Riviera ateniense en un polo de atracción internacional para la inversión inmobiliaria.
Más allá de su bellezas y su ubicación privilegiada, lo que más llama la atención es quién figura como propietario de la isla: no es un empresario del sector turístico ni un millonario extranjero, sino un antiguo conductor de autobús de ETHEL, la empresa estatal de transporte.
Este dato añade un componente de misterio e intriga. ¿Cómo llegó una persona común a ser dueña de lo que podría ser el terreno más codiciado del país? La historia, por ahora, permanece sin demasiados detalles, pero ha despertado la curiosidad del público y de los medios.
Con una extensión cercana a las 23 hectáreas, Ydroussa podría superar en valor incluso a la célebre isla de Skorpios, que perteneció a Aristóteles Onassis. A medida que la costa sur de Atenas se reinventa como destino de alto nivel, esta isla podría convertirse en una pieza clave para futuros desarrollos turísticos o residenciales.
Por el momento, Ydroussa sigue siendo un espacio reservado, casi invisible desde la ciudad, pero con un potencial que ha empezado a captar la atención de promotores y urbanistas. Una joya cuya historia apenas comienza a salir a la luz.
Por el momento, Ydroussa sigue siendo un espacio reservado, casi invisible desde la ciudad, pero con un potencial que ha empezado a captar la atención de promotores y urbanistas. Una joya escondida cuya historia apenas comienza a salir a la luz.
