Este es el sueldo de un dietista en España en 2025
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Este es el sueldo de un dietista en España en 2025

La experiencia profesional también juega un papel determinante.

Ensalada caprese.Richard Rudisill / Getty Images

En el año 2025, el salario de un dietista en España se sitúa en una horquilla que va desde los 1.570,33 hasta los 2.045,98 euros brutos mensuales, lo que equivale a entre 21.518,71 y 28.643,72 euros brutos anuales, según los convenios colectivos aplicables en los sectores público y privado. Esta cifra puede parecer modesta en comparación con otros profesionales sanitarios, pero es importante tener en cuenta las diferencias regionales y las oportunidades de crecimiento profesional.

Por ejemplo, en comunidades como Madrid o el País Vasco, los sueldos pueden alcanzar los 2.018,17 y 2.045,98 euros mensuales respectivamente, mientras que en regiones como Cantabria o Galicia, los salarios se sitúan en torno a los 1.613,95 y 1.617,79 euros. Estas diferencias responden tanto al coste de vida como a las políticas retributivas de cada servicio autonómico de salud.

La experiencia profesional también juega un papel determinante. Un dietista con menos de cuatro años de experiencia puede ganar entre 21.000 y 25.000 euros brutos anuales, mientras que aquellos con más de seis años pueden superar los 33.000 euros. Esta progresión salarial refleja la creciente especialización y la capacidad de asumir responsabilidades más complejas con el tiempo.

En el sector privado, los sueldos pueden ser más variables. Según datos de portales especializados como Talent.com, el salario medio de un dietista contratado por cuenta ajena ronda los 1.371 euros mensuales, mientras que los nutricionistas —una categoría profesional con formación universitaria— pueden alcanzar los 2.096 euros al mes. Esta diferencia también se refleja en las tarifas por consulta: un dietista autónomo puede cobrar entre 50 y 100 euros por una primera visita, y entre 30 y 60 euros por sesiones de seguimiento.

Además, la especialización es otro factor que puede elevar significativamente los ingresos. Áreas como la nutrición deportiva, la dietoterapia clínica o la educación alimentaria en colectivos específicos (como personas mayores o pacientes con enfermedades crónicas) están mejor remuneradas y ofrecen más salidas laborales. Los profesionales que invierten en formación continua y certificaciones específicas suelen tener acceso a mejores condiciones laborales.

Por último, el modelo de contratación también influye. Los dietistas que trabajan como autónomos tienen la posibilidad de fijar sus propias tarifas y diversificar sus fuentes de ingreso, aunque también deben asumir los costes de gestión, seguros y cotizaciones. En cambio, quienes trabajan en clínicas privadas o centros de salud públicos disfrutan de mayor estabilidad, pero con sueldos más regulados.

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