De madrugar en la SEAT a un patrimonio millonario: el fenómeno Estopa, al descubierto
Los hermanos Muñoz siguen de plena actualidad musical y cultural tras más de 25 años de carrera, a punto de dar las campanadas junto a Chenoa.

Si hoy pones La 1 de TVE, por si no te has enterado, verás a Estopa dando las uvas junto con Chenoa, un trío inesperado para sustituir a Silvia Abril y Andreu Buenafuente. Es un momento perfecto para que sepas todo lo que hay que saber sobre uno de los fenómenos musicales más importantes de la música española de finales del siglo XX y de lo que va del siglo XXI. Los hermanos Muñoz en toda su plenitud.
Durante años, Estopa fue sinónimo de barrio, curro temprano y letras que parecían sacadas de una conversación de bar. Hoy, el dúo formado por los hermanos David Muñoz y José Muñoz es una de las marcas musicales más sólidas del país, con cifras de directo que compiten con los grandes nombres del pop español y un patrimonio que ya juega en otra liga.
El contraste resume bien el fenómeno: de fichar a las seis de la mañana en la SEAT a llenar estadios en 2024 y 2025 y culminando con un privilegio de los que pocos pueden presumir, y menos aún un grupo musical: dar las campanadas.
Del taller al escenario: una historia muy reconocible
Los Muñoz crecieron en la localidad barcelonesa de Cornellà y trabajaron en la cadena de montaje mientras grababan maquetas. Ese origen industrial nunca se borró de sus letras. Al contrario, se convirtió en su principal narración. El debut, a finales de los 90, conectó porque sonaba auténtico, y, a diferencia de otros fenómenos de la época, Estopa no se diluyó.
¿Cuánto miden David y José?
Puede parecer una frivolidad, pero forma parte de una de las preguntas que más se hacen sobre el grupo, así que hay que resolverla también: David Muñoz ronda 1,75 metros y José Muñoz está en torno a 1,70 metros. Y es que el interés por Estopa va más allá de lo musical y biográfico. Los seguidores quieren saberlo todo sobre ellos, y esa cercanía que muestran, nada impostada, lo hace aún más agradable, ya que no parece que oculten nada.
Cuánto ganan y cuál es su patrimonio
David y José son los mismos chicos que trabajaban en una fábrica, no han cambiado de amigos ni de forma de ser, autenticidad pura, pero lógicamente su cuenta corriente sí ha sufrido un cambio radical.
Estopa no publica sus cuentas, pero hay indicadores fiables: cachés, número de conciertos y estructura empresarial. En la última gira, con múltiples fechas en grandes recintos, los ingresos brutos por directo se miden en millones de euros. A eso se suman derechos de autor (un catálogo muy rentable), merchandising y acuerdos de explotación.
En el mercado español, un artista que llena estadios puede facturar entre 300.000 y más de 1.000.000 de euros por concierto antes de gastos, según recinto y producción. Con una agenda intensa y costes controlados —Estopa no destaca por producciones desmesuradas—, el margen neto es alto.
Según la revisa Forbes, en veinte años han levantado un pequeño imperio de ladrillo: al menos 9 propiedades entre casas y pisos en Cataluña y Madrid (Cubelles, Sant Just, Calafell, zona Madrid Río, etc.), gestionadas en parte a través de sociedades.
Centralizaron su dinero en tres sociedades familiares (Mandinga, Mumuca y Las Dos Zarzas), controladas por su padre; Mandinga, dedicada a actividades musicales y alquiler de estudio, llegó a facturar más de 4,1 millones de euros anuales con unos beneficios cercanos a 400.000 euros, según publicó El Confidencial Vanitatis.
De ahí que diversas estimaciones sitúen el patrimonio conjunto del dúo en varios millones de euros, con una horquilla amplia, pero claramente millonaria.
El secreto: constancia, catálogo y directo
No hay truco. Estopa ha construido valor a largo plazo. Publicaron canciones que siguen rotando veinte años después, giraron cuando el directo volvió a ser el motor del negocio y evitaron la sobreexposición. En un mercado donde muchos artistas dependen de hits efímeros y algoritmos, ellos viven del repertorio. Eso estabiliza ingresos y reduce riesgos.
Hablar de Estopa es hablar no de canciones, sino de himnos, que se saben de memoria gentes de toda condición. Un mérito solo al alcance de los mejores artistas. La última gira no fue solo un éxito de público; fue un test de vigencia. Entradas agotadas, públicos transversales y una respuesta que confirma que Estopa ya es patrimonio cultural pop.
¿Y ahora qué? El futuro tras el éxito más allá de las campanadas
El escenario más probable es realizar menos discos, giras bien medidas y proyectos seleccionados. Estopa no necesita correr. Su marca permite elegir. También es probable que exploren formatos especiales —residencias, conciertos únicos— que maximicen impacto sin desgaste, adaptados a los nuevos tiempos.
Otras curiosidades de Estopa que te han venido a la mente o te hubiera gustado
- Al principio se llamaban Eso Es; el nombre Estopa viene de la frase "¡Dale estopa!", que les decía un encargado cuando tenían que trabajar más duro en la fábrica.
- Debut descomunal: su primer álbum, Estopa (1999), con temas como La raja de tu falda o Tu calorro, vendió cerca de 2 millones de copias en España, una cifra récord para un debut.
- Han vendido más de 4 millones de discos y algunos de sus discos han llegado a doble o triple platino; su caché de directo les permite facturar cifras de varios millones de euros por gira (una reciente se estima en unos 5,6 millones de euros por 28 conciertos).
