Baptiste, dueño de dos chocolaterías con 29 años, trabaja 65 horas a la semana para ganar menos que algunos becarios: "Realmente no contamos las horas"
Durante la temporada navideña generan casi la mitad de sus ingresos anuales, y trabajan entre 60 y 65 horas semanales.

Baptiste Cochereau, de 29 años, dirige su propia fábrica de chocolate en Touraine. Gana 1.100 euros al mes, y aun así, disfruta de una libertad que pocos empleos asalariados ofrecen. "Intentamos ahorrar en todo lo que podemos", dice a Le Monde. La historia de Baptiste comenzó desde muy joven. Criado en Notre-Dame-d’Oé, cerca de Tours, siempre se sintió atraído por lo manual: primero pensó en carpintería, luego en pastelería.
Sus padres, de clase media, le enseñaron a ser independiente, y él aprovechó cada oportunidad para formarse y trabajar, hasta conseguir su CAP y BTM en chocolatería. Pasó años aprendiendo en distintas fábricas, incluyendo Lindt, donde combinaba procesos industriales con creatividad artesanal.
Hace tres años, junto a su pareja Marie y la novia de su hermano, Baptiste decidió abrir Fèves, una chocolatería "del grano a la barra". Su filosofía: cacao trazable, cadena corta de suministro y valorización del terroir. Durante la temporada navideña generan casi la mitad de sus ingresos anuales, y trabajan entre 60 y 65 horas semanales. Los sacrificios son grandes, pero la pasión por el chocolate compensa la falta de lujo. "Realmente no contamos las horas", señalan.
"Dedicamos dos años a desarrollar el proyecto. Ambos dejamos nuestros trabajos el 31 de diciembre de 2021, con un acuerdo de rescisión negociado. Teníamos 26 años en ese momento. Nos asociamos con la novia de mi hermano, que siempre había trabajado en salones de té. Ella gestiona la tienda y nosotros la producción de chocolate. Abrimos Fèves en agosto de 2022. Desde entonces, hemos abierto una segunda tienda en el centro de Tours", señalan al medio francés.
Por ahora, los tres socios se pagan el mismo sueldo, esperando que la empresa crezca para poder aumentar sus ingresos. Ahorrar es imprescindible: recortan gastos de todo tipo, desde teléfonos hasta coches, y su mayor gasto sigue siendo el alquiler. Sin embargo, la facturación está creciendo, y planean invertir en más equipos y contratar personal para poder reducir las horas de trabajo en el futuro.
"Nuestra facturación está creciendo, pero estamos invirtiendo en más equipos para expandirnos. Nos gustaría darnos un aumento el año que viene: a 1300 €, luego a 1500 €… En cuanto podamos permitirnos salarios más cómodos, planeamos contratar más personal, delegar y participar menos. Lo consideramos una inversión significativa de tiempo y esfuerzo para que, en unos años, ¡podamos trabajar 20 horas semanales! Marie y yo tenemos que esperar a tener una mayor estabilidad antes de planear tener un bebé: ya tenemos que hacer los cálculos juntos, no nos lo imaginamos con niños…", concluyen finalmente.
