Este es el sueldo de un nutricionista en España en 2025
Mientras que el sueldo mínimo registrado ronda los 18.400 euros brutos anuales, los profesionales mejor posicionados pueden superar los 50.000 euros al año.

En un contexto donde la salud y el bienestar han cobrado una relevancia sin precedentes, la figura del nutricionista se ha consolidado como un pilar fundamental en el sistema sanitario y en el ámbito del autocuidado. La creciente preocupación por la alimentación equilibrada, la prevención de enfermedades crónicas y el rendimiento deportivo ha impulsado la demanda de estos profesionales en clínicas, hospitales, centros deportivos y consultas privadas.
A pesar de esta expansión del sector, el salario de los nutricionistas en España en 2025 sigue siendo un tema de debate, especialmente por la disparidad entre los distintos niveles de experiencia y entornos laborales. Según datos actualizados, el sueldo medio anual de un nutricionista se sitúa en torno a los 27.200 euros brutos, lo que equivale a unos 1.470 euros netos mensuales. Sin embargo, esta cifra puede variar significativamente dependiendo de múltiples factores.
Uno de los elementos más determinantes en la retribución es la experiencia profesional. Un nutricionista que acaba de incorporarse al mercado laboral, con menos de tres años de experiencia, puede esperar un salario medio de aproximadamente 21.200 euros brutos anuales. En cambio, aquellos con entre cuatro y nueve años de trayectoria alcanzan los 26.400 euros, mientras que los expertos con más de una década en el sector pueden llegar a percibir hasta 35.600 euros. Los profesionales con más de 20 años de experiencia incluso superan los 38.900 euros anuales.
La ubicación geográfica también influye notablemente en la remuneración. Las grandes ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia, donde la demanda de servicios de salud y bienestar es más alta, tienden a ofrecer salarios más competitivos. En contraste, en zonas rurales o con menor densidad de población, los sueldos suelen ser más bajos, aunque también lo es el coste de vida.
El sector en el que se desempeña el nutricionista es otro factor clave. Aquellos que trabajan en el ámbito hospitalario o en investigación suelen tener mejores condiciones salariales que quienes ejercen en gimnasios, centros de estética o consultas privadas. Además, la especialización en áreas como nutrición clínica, deportiva o pediátrica puede abrir la puerta a ingresos más elevados, especialmente si se combina con formación continua y certificaciones adicionales.
Cabe destacar que el techo salarial también presenta una gran amplitud. Mientras que el sueldo mínimo registrado ronda los 18.400 euros brutos anuales, los profesionales mejor posicionados pueden superar los 50.000 euros al año. Esta diferencia refleja no solo la experiencia y la formación, sino también la capacidad de emprender, ya que muchos nutricionistas optan por abrir sus propias consultas o colaborar con marcas del sector alimentario y farmacéutico.
En cuanto a la distribución por género, el sector sigue estando ampliamente feminizado, con un 73% de mujeres frente a un 27% de hombres. Esta proporción también puede tener implicaciones en la evolución salarial, especialmente en lo que respecta a la conciliación laboral y las oportunidades de promoción.