Esto es lo que dice la ley si tu pareja accede a tu móvil en busca de secretos: el detalle que conlleva un año de cárcel
La legislación cambia sginificativamente en función de lo que haga.

En plena era digital, las contraseñas se han convertido en una herramienta indispensable para proteger nuestra información personal. Se trata de una información que no solemos compartir con nadie, o solo con nuestros allegados. Y el acceso no autorizado a nuestro dispositivo móvil, especialmente frecuente en las parejas, puede tener implicaciones legales muy serias.
En algunos casos, el uso de la contraseña de un teléfono móvil por una tercera persona puede constituir un delito de revelación de secretos. Sin embargo, la legislación cambia significativamente si esa tercera persona es tu pareja, siempre que no modifique el código de acceso para impedirte recuperar el control del dispositivo.
Problema frecuente en parejas
La práctica de compartir contraseñas entre parejas es muy frecuente debido a razones cotidianas, como hacer compras online o acceder al móvil mientras la otra persona conduce. Pero este acto de confianza puede conllevar una pérdida de privacidad que, en algunos casos termina en problemas legales.
Un ejemplo de ello, recogido por Confilegal, es el caso de un hombre que se querelló contra su expareja por vulneración de secretos. El hombre acusó a su expareja de acceder a su teléfono móvil y extraer información personal, como facturas y contenido de redes sociales, durante su relación.
El abogado Julio García Cantó, quien representó al querellante junto a su compañero José Luis González, explicó que la pareja había mantenido una relación intermitente y compartido dispositivos electrónicos y domicilios. Sin embargo, tras finalizar la relación, el hombre presentó una querella alegando que su expareja accedió a su teléfono sin su consentimiento.
El caso llegó a la Audiencia Provincial de Zaragoza, que desestimó las pretensiones del hombre, al considerar que la mujer accedió al teléfono con las claves proporcionadas por él durante la relación. En este caso, la Audiencia no consideró que se tratara de una revelación de secretos, ya que el consentimiento no fue revocado hasta la ruptura.
Pero este escenario cambia si la contraseña del teléfono es modificada sin el consentimiento del propietario. Un caso reciente en el Juzgado de lo Penal nº1 de Getafe y la Audiencia Provincial de Madrid involucró a una mujer que, en trámites de divorcio, fue víctima de su aún pareja, quien no solo accedió sin autorización a su teléfono, sino que cambió la contraseña varias veces, obligándola a usar un segundo dispositivo.
La mujer denunció la situación, lo que llevó a una condena para el hombre de un año de prisión por un delito de revelación de secretos. Además, se le impuso una multa diaria de seis euros, lo que ascendió a más de 2.000 euros en total.
