Francia mira de reojo el plan de Málaga para acabar con una clásica atracción turística criticada por activistas animales

Sea en Málaga, en Sevilla o en muchos otros puntos del mapa andaluz (y español), la imagen del turista recorriendo una ciudad subido en un coche de caballos es de las estampas más prototípicas del folclore español. También de las más criticadas en los últimos tiempos. Y Francia toma nota.

Precisamente, en Málaga se ha decidido acabar con esta práctica, que ha deparado numerosos problemas con los animales y hasta la muerte de varios de ellos por pura extenuación bajo el calor, como detalla el periódico francés La Provence.

La cabecera recoge el testimonio favorable de varios turistas internacionales que recorren Málaga "de una manera completamente diferente", pero igualmente se hace eco de las denuncias de asociaciones animalistas, que cargan contra una práctica aún habitual en numerosas localidades del sur.

Los caballos que tiran de los carruajes "tienen que hacer enormes viajes", explica a la agencia AFP Concordia Márquez, fundadora del refugio 'Todos los caballos del mundo', situado a una treintena de kilómetros de Málaga. 

En su argumento, asegura que estos animales tienen que moverse cada día entre su lugar de descanso y sus largas horas bajo el sol malagueño, ciudad marcada por el calor y especialmente la humedad. 

De hecho, el argumento del bienestar animal fue esgrimido por el municipio para explicar su decisión. Pero no es el único, porque desde la Corporación también se alegan problemas de movilidad de una ciudad cada vez más masificada y 'turistificada'.

“Lo que buscamos es el bienestar de los animales, pero también hay que tener en cuenta que en Málaga, antes, había mucho más espacio para que pudieran circular (estos carruajes). Pero con las obras realizadas en los últimos 20 años, lo único que queda es el parque y parte del paseo marítimo", detalla al periódico francés María Trinidad Hernández, concejala responsable de movilidad del Ayuntamiento.