La okupación relámpago de 17 estudiantes acaba en una guerra abierta entre el colegio y los padres
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La okupación relámpago de 17 estudiantes acaba en una guerra abierta entre el colegio y los padres

Padres, alumnos y docentes del centro se encuentran en un momento de máxima tensión.

Imagen de archivo de un institutoGetty Images

La localidad de Sondrio, al norte de Italia, fue testigo hace unos días de un incidente que podría decirse que se desmadró de un momento a otro. Todo ocurrió en el instituto Instituto Técnico Económico (ITE) de Moreschi por culpa de un enfrentamiento entre estudiantes y docentes, que finalmente derivó en un conflicto en el que los padres de varios alumnos, representados en el Consejo Escolar del centro, denunciaron un trato "desproporcionado" para con sus hijos.

Toda la historia se remonta a los días 12 y 13 de marzo, cuando había programadas dos asambleas autogestionadas por los estudiantes, una práctica que se realiza una vez al mes, y de las cuales, en cuatro ocasiones a lo largo del año se pueden invitar a varios exponentes o personas de determinados ámbitos para que ofrezcan una charla.

Sin embargo, no todo iba a salir como estaba previsto. Y todo se debe a que la directora del centro, Carmela Tuè, recordó que apenas un mes antes se convocó otra asamblea en la que la asistencia apenas llegó al 49%, y los invitados hablaron para un espacio medio vacío. Por tal motivo, la máxima responsable del centro decidió que no se daban las condiciones para garantizar una reunión de este tipo, por lo que procedió a la suspensión de las dos asambleas, que en esta ocasión y de manera excepcional, se iban a celebrar en dos días consecutivos.

Apenas tres días después, el 16 de marzo, todo estalló, cuando un total de 50 alumnos decidieron encerrarse en el centro y no permitir el paso ni a compañeros ni a docentes a modo de protesta. Es cierto que tras solo una hora, los profesores, ayudados por las autoridades consiguieron reabrir el centro y continuar el día con normalidad.

Sin embargo, la situación para los implicados en dicho encierro no iba a solventarse fácilmente. Y aquí llegó el verdadero problema, cuando el centro comunicó los castigos a 17 de esos 50 alumnos que provocaron el encierro. Y es que, el instituto decidió sancionar a todos ellos con entre 2 y 15 días de expulsión del centro a modo de que el castigo fuese ejemplar y quedase claro que no pueden saltarse las normas hasta ese punto.

Pero este castigo está siendo considerado "desproporcionado" por padres, representantes de los alumnos y por los propios estudiantes. Algunos padres denuncian que la medida busca "humillas en lugar de educar", mientras que otros se preguntan qué criterios se han seguido para sancionar solo a un pequeño porcentaje de los que provocaron el escrache. Ante esta situación, la directora del centro recuerda que "los alumnos deben entender que cuando piden algo y no lo consiguen, obedecen. En cambio, algunos han optado por ocupar el lugar".

Y a continuación se pregunta "¿Medidas disciplinarias? Son conformes con el reglamento vigente en nuestro colegio. No he negado ningún derecho; la reunión de abril se celebrará con regularidad", sostuvo Carmen Tuè.

Otros padres reconocen que "quizá la ocupación no fue la respuesta correcta, pero no hubo interés por parte de los docentes en los motivos de la protesta y esto es aún más decepcionante". Finalmente, las denuncias han sido conmutadas por horas de voluntariado con dos asociaciones, Matteo25 o con los Angeli del Bello.

Todo ello fue recibido de un mejor grado que el castigo, aunque desde el Consejo Escolar recordaron mediante carta que "si bien respetamos la importancia de las normas en la comunidad escolar, creemos que las sanciones impuestas fueron probablemente desproporcionadas a los hechos y penalizaron a algunos más que a otros… Seguiremos trabajando para garantizar que el bienestar de los estudiantes y el respeto a sus derechos estén siempre en el centro de la vida escolar”.

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