La policía ha destapado la técnica de "la caña de pescar" que los ladrones usan para robar en unos establecimientos que están considerados por algunos como las nuevas joyerías, las tiendas de bicicletas.

La alta demanda y los altos precios hacen que cada vez sean más las personas que tratan de llevarse de forma ilícita algunas de ellas. El modus operandi es el de "la técnica de la caña de pescar".

En una tienda de bicicletas de Castelsarrasin, Tarn-et-Garonne, en Francia, unos ladrones usaron un largo palo negro que, posteriormente se descubrió por los investigadores, para tratar de llevarse varios ejemplares.

Los ladrones operaban desde el propio techo del local, a través de varias aberturas y, sin necesidad de poner un pie en el suelo, se hacían con el botín sin dejar ninguna huella que pueda identificarles.

El codirector de esta tienda ha destacado que suponen que usaban el palo negro "para recoger las bicicletas". Lo llamativo es que ellos sabían a lo que iban y los modelos que querían robar.

"Estos son los modelos que venían a buscar, están en unos 4.800 euros", ha contado el propietario, que estima que el daño total en el robo asciende hasta una cifra mucho mayor, los 60.000 euros, tras la desaparición de unos diez modelos.

"Instalamos 10 cámaras en las tiendas, tenemos 15 detectores y terminamos instalando bombas de humo. Como hay una densa niebla blanca en la tienda, ya no podemos ver nada", ha explicado el dueño de otra tienda de bicicletas de Francia que ya ha sufrido dos robos.

Este propietario ha reconocido que "se está volviendo agotador, francamente, me encanta lo que hago, pero ahora está empezando a resultar agotador". "La próxima vez que nos roben, el seguro cancelará nuestra póliza y no tendremos ninguna opción", ha denunciado.

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