La prensa de Reino Unido se pasa más de tres pueblos con el mote que le ha puesto a las personas sin hogar de Barajas
Cerca de 500 sintecho viven en condiciones precarias en la terminal madrileña, mientras la prensa sensacionalista británica aviva el estigma con adjetivos extremos.

El tabloide The Sun ha optado por el sensacionalismo para hablar de las personas sin hogar que duermen en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. Bajo el titular Inside drug-ravaged Zombieland airport used by 1,000s of Brits, el medio pinta un escenario distópico donde los viajeros son recibidos por "zombis" durmiendo en las terminales. Sin embargo, la situación, aunque preocupante, dista mucho de ser el paisaje apocalíptico que sugiere el diario británico
El artículo describe a estas 500 personas sin hogar como "zombis durmientes" y habla de un “aeropuerto arrasado por las drogas”, mientras lo ilustra con fotografías y testimonios de trabajadores, escogidos con lupa para construir una narrativa alarmista. El resultado: un retrato distorsionado, más cerca del guion de una serie que a una crónica periodística.
Es cierto que el aeropuerto de Barajas, especialmente la Terminal 4, se ha convertido en el refugio para cientos de personas sin techo. Lo que según El Mundo comenzó como un grupo reducido de personas durmiendo en la planta baja, se ha ido transformando en un fenómeno visible en todas las plantas, pese a los anuncios de la megafonía que intentan disuadirlos. The Sun habla de "cientos de ocupantes no autorizados", drogas, prostitución e incluso armas caseras, aunque sin aportar cifras que sustenten ese argumento
Pero detrás del alarmismo hay un drama social: muchas de estas personas llevan años atrapadas en un círculo de exclusión, en una ciudad donde el precio de la vivienda se ha disparado y las alternativas públicas son insuficientes. Fernando, un migrante peruano que lleva meses viviendo en el aeropuerto, se lo explica sin tapujos: "Aquí hay que dormir con un ojo abierto. A las tres de la madrugada llegan los que roban móviles o lo que pillen. Muchos trabajan en negro y vuelven con alcohol, pero otros no tienen a dónde ir", dice.
Mientras The Sun se recrea en el morbo, sindicatos y ONGs llevan meses denunciando la falta de acción real. UGT ha alertado de que los trabajadores del aeropuerto están expuestos a situaciones de riesgo en un espacio "que no está diseñado para esto". Por su parte, la ONG Bokatas, a través de su proyecto Despega, ha acusado a las autoridades de esconder el problema en lugar de resolverlo. "En lugar de buscar soluciones de vivienda o inclusión, los han arrinconado en la Terminal 4, sin higiene, sin seguridad y sin condiciones para descansar", señala Gaspar García, responsable de la organización.
El aeropuerto, además, acumula polémicas: hace días saltó la alarma por una supuesta plaga de chinches, aunque luego se desmintió. Pero lo que no se puede negar es que Barajas se ha convertido en un símbolo incómodo de un problema mucho más grande. Y mientras, la prensa británica prefiere vender el drama con un titular de película.