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Las 5 maravillas de Marbella que debes contemplar al menos una vez en la vida

Las 5 maravillas de Marbella que debes contemplar al menos una vez en la vida

La Plaza de los Naranjos, en el corazón del casco antiguo, es un lugar emblemático rodeado de edificios históricos como la Casa Consistorial y la Ermita de Santiago.

Casas en MarbellaTONO BALAGUER

Marbella, situada en la provincia de Málaga, es conocida mundialmente por su glamour y exclusividad. Sin embargo, más allá de sus playas y su vibrante vida nocturna, esta ciudad andaluza esconde tesoros que reflejan su rica historia y su impresionante entorno natural. Desde antiguos vestigios hasta paisajes paradisíacos, Marbella tiene algo para todos los gustos.

1. El Casco Antiguo de Marbella

El Casco Antiguo de Marbella es un laberinto de calles estrechas y empedradas, donde se respira la auténtica esencia andaluza. Pasear por sus callejuelas es como viajar en el tiempo, con sus casas encaladas adornadas con flores y sus plazas llenas de vida. La Plaza de los Naranjos, en el corazón del casco antiguo, es un lugar emblemático rodeado de edificios históricos como la Casa Consistorial y la Ermita de Santiago.

Para disfrutar plenamente de esta maravilla, te recomendamos visitar el casco antiguo durante la primavera, cuando los naranjos están en flor y el aroma de azahar impregna el aire. Además, no te pierdas la oportunidad de degustar la gastronomía local en alguno de los muchos bares y restaurantes que encontrarás en la zona.

2. Las Murallas del Castillo

Las murallas del Castillo de Marbella son un vestigio de la época andalusí que aún se conserva en el casco antiguo. Construidas en el siglo X, estas murallas protegían la medina y a sus habitantes de posibles invasores. Hoy en día, puedes recorrer sus restos y disfrutar de las vistas panorámicas de la ciudad y el mar.

Para visitar las murallas, no necesitas realizar ningún trámite especial, ya que están abiertas al público de forma gratuita. Sin embargo, te recomendamos llevar calzado cómodo, ya que algunas zonas pueden ser empinadas y resbaladizas.

3. La Avenida del Mar

La Avenida del Mar es un paseo peatonal que conecta el Parque de la Alameda con el Paseo Marítimo. Este lugar es conocido por sus esculturas de bronce diseñadas por el famoso artista Salvador Dalí, que convierten la avenida en un museo al aire libre3. Pasear por la Avenida del Mar es una experiencia única, donde el arte y la naturaleza se fusionan en perfecta armonía.

Para disfrutar de esta maravilla, te recomendamos visitarla a primera hora de la mañana o al atardecer, cuando la luz del sol crea un ambiente mágico. Además, puedes aprovechar para relajarte en alguno de los bancos situados a lo largo del paseo y disfrutar de las vistas al mar.

4. Las Playas de Marbella

Marbella cuenta con más de 27 kilómetros de costa, donde encontrarás playas para todos los gustos. Desde calas escondidas rodeadas de naturaleza hasta extensas franjas de arena con servicios exclusivos, cada playa tiene su propio encanto. Algunas de las más destacadas son la Playa de la Venus, la Playa de Nagüelles y la Playa de la Bajadilla.

Para disfrutar de las playas de Marbella, no necesitas realizar ningún trámite especial, aunque te recomendamos informarte sobre las condiciones meteorológicas y las mareas antes de tu visita. Además, si planeas visitar las playas durante la temporada alta, es aconsejable llegar temprano para encontrar un buen lugar y evitar las aglomeraciones.

5. El Parque de la Alameda

El Parque de la Alameda es un oasis de tranquilidad en el centro de Marbella. Este parque, situado en la entrada del casco antiguo, está presidido por una gran fuente circular rodeada de bonitos bancos de azulejos andaluces y una gran variedad de árboles que proporcionan sombra y frescor. Pasear por el Parque de la Alameda es una experiencia relajante, ideal para desconectar del bullicio de la ciudad.

Para visitar el parque, no necesitas realizar ningún trámite especial, ya que está abierto al público de forma gratuita. Te recomendamos visitarlo durante la primavera o el otoño, cuando las temperaturas son más suaves y el parque está en su máximo esplendor.