Le despiden por aprovechar su descanso para irse a comprar un panecillo para almorzar: "¿Es esto legal?"
"Al fin y al cabo, es un hombre libre, ¿y acaso no tiene derecho a ir a la tienda a desayunar?", denuncia la prometida del hombre afectado por el despido.

Un hombre fue a comprarse el almuerzo durante su descanso laboral y acabó despedido. Su pareja Anna ha sido quien ha contado la historia en el medio Infor: "Mi prometido trabajó varios años en una juguetería. Sin embargo, lo despidieron la semana pasada. Todo empezó cuando fue a comprar un panecillo para almorzar".
"Durante su descanso, fue a Żabka, que está al otro lado de la calle. Regresó enseguida, pero su jefe le dijo que ese comportamiento era inaceptable y que ya se lo había dicho varias veces. Al día siguiente, le dio el preaviso de despido, alegando infracciones del reglamento laboral", añade la mujer, que se cuestiona la legalidad de esta acción, ya que, según afirma, su marido regresó a tiempo a su puesto de trabajo.
"Al fin y al cabo, es un hombre libre, ¿y acaso no tiene derecho a ir a la tienda a desayunar?", sentencia. La pregunta, aparentemente simple, toca un punto sensible del derecho laboral: ¿hasta qué punto un trabajador es libre durante su pausa si ese tiempo sigue computando como jornada laboral?
Qué dice la ley polaca sobre los descansos
En Polonia, el derecho al descanso laboral se encuentra en el artículo 134 del Código Laboral, que establece:
- Si la jornada diaria es de al menos 6 horas, el empleado tiene derecho a un descanso mínimo de 15 minutos.
- Si supera las 9 horas, se añade otro descanso de al menos 15 minutos.
- Si excede las 16 horas, se concede un tercer descanso de 15 minutos.
Es importante subrayar que estos descansos se incluyen dentro de la jornada laboral, lo que implica que el empleado sigue estando formalmente a disposición del empleador. El artículo 128 del mismo Código define el tiempo de trabajo como aquel durante el cual el empleado se encuentra disponible para el empleador "en el lugar de trabajo u otro sitio designado para el mismo".
Por tanto, aunque el descanso es un derecho, no implica total libertad de movimiento. Durante ese tiempo, el trabajador no puede simplemente abandonar el centro de trabajo si la empresa establece lo contrario en su reglamento interno.
En la práctica, muchas empresas son flexibles y no controlan dónde o cómo los empleados disfrutan de su pausa. Sin embargo, el empleador puede exigir legalmente que el descanso se realice en un área designada, especialmente si hay razones de seguridad, de producción o de organización interna.
¿Motivo suficiente para un despido?
La ley polaca prevé distintos niveles de sanción por incumplir las normas laborales. Por infracciones leves, como saltarse el procedimiento interno o no cumplir con las normas de orden y organización, el empleador puede imponer una advertencia o una amonestación. En casos más graves (por ejemplo, ausentarse sin justificación, presentarse ebrio o consumir alcohol en el trabajo), puede incluso aplicarse una multa.
En el caso planteado por Anna, los expertos consideran que una advertencia habría sido suficiente, ya que el empleado volvió a tiempo y no hubo perjuicio directo para la empresa. Sin embargo, la situación se complica por un detalle clave: la propia lectora señala que el jefe "ya se lo ha advertido varias veces".
Si existían antecedentes de comportamiento reiterado y el empleado había sido previamente advertido por infringir las normas internas, el empleador podría argumentar que hubo una conducta sistemática contraria al reglamento. En ese contexto, el despido, aunque discutible, podría considerarse legal.
En España, los descansos dependen del convenio
En el caso español, el artículo 34.4 del Estatuto de los Trabajadores reconoce el derecho a un descanso diario cuando la jornada continuada supera las seis horas. Sin embargo, a diferencia del sistema polaco, solo se considera tiempo de trabajo si lo establece el convenio colectivo o el contrato.
Esto significa que, en unas empresas, la pausa se paga y, en otras, no. Los convenios colectivos son los que determinan la duración exacta, la forma de disfrute y si el descanso puede dividirse en varios tramos más cortos.
En cuanto a si se puede abandonar el puesto de trabajo durante el descanso, eso depende del tipo de empresa. Algunas permiten que los empleados se ausenten durante su pausa, mientras que otras exigen permanecer en el lugar o contar con alguien que cubra la ausencia.
En sectores como la sanidad, la industria o la atención al cliente, lo habitual es que los descansos se planifiquen por turnos para garantizar la continuidad del servicio. Por ejemplo, en un entorno de oficina, cada trabajador puede decidir cuándo hacer su pausa. En cambio, en comercios o líneas de producción, es la empresa quien establece cómo y cuándo se realizan los descansos.
