Los icónicos 'dormilones' se convierten en la población secreta de una ciudad: "290 escondidos en los árboles"
"Es simplemente increíble".

Oculta entre los árboles de Sugarloaf, a las afueras de Newcastle (Australia), una sorprendente población de 290 koalas ha sido descubierta gracias a una innovadora investigación científica. Durante años, estos marsupiales vivieron en silencio, invisibles incluso para los residentes locales. El hallazgo no solo ha causado asombro, sino que también plantea nuevas posibilidades para la conservación de especies en entornos periurbanos.
"La población de koalas en Sugarloaf parece ser algo reservada, a pesar de estar muy cerca de Newcastle", explica el Dr. Ryan Witt, investigador de la Universidad de Newcastle. Esta población ha pasado desapercibida, lo que demuestra que los koalas pueden sobrevivir, e incluso prosperar, en zonas periurbanas. Estos hábitats marginales necesitan protección y vigilancia tanto como las reservas prístinas.
Uno de los primeros en observar señales de esta colonia fue el residente Daryn McKenny. "De niño, Sugarloaf era prácticamente mi patio trasero. Pero nunca vimos koalas allí. Fue hace apenas cinco años que vi uno por primera vez", recuerda. Desde entonces, ha dedicado incontables horas a documentar su presencia. "Los registros antiguos mostraban solo una docena de koalas documentados, pero nuestro trabajo en los últimos años ha demostrado lo contrario. Saber que hay casi 300 es simplemente increíble".
El descubrimiento fue posible gracias al uso de drones térmicos equipados con focos, que permiten detectar en tiempo real la presencia de koalas entre la densa vegetación. "Guiamos el dron hacia puntos de interés y encendemos el foco para ver en tiempo real si se trata de un koala u otro animal", explica la estudiante de doctorado Shelby Ryan.
El estudio, financiado por WWF-Australia, censó más de 4.300 koalas en más de 67.000 hectáreas de terreno, abarcando parques nacionales y áreas boscosas del estado de Nueva Gales del Sur. La investigación también empleó modelos estadísticos avanzados, teniendo en cuenta factores como la pendiente del terreno, la cobertura arbórea y la humedad del suelo.
"Esta escala y precisión son inigualables en conservación y son datos que no tenemos para la mayoría de las especies a nivel mundial", subraya Witt. "Sugarloaf indica que, en lo que respecta a los koalas, aún hay sorpresas. Necesitamos conocer la ubicación de poblaciones significativas y monitorearlas para protegerlas mejor", concluye Darren Grover, de WWF.
