Llamativo hallazgo en Alemania. Una mujer apasionada de la playa llamada Britta Krause ha descubierto en uno de sus paseos por la playa de Lindhöft (en el estado federado de Schleswig-Holstein) lo que parecía ser un simple trozo de plástico y ha resultado ser un auténtico tesoro.

Para salir de dudas de si se trataba de un trozo de plástico o no, la mujer decidió introducir el objeto en una solución salina. La piedra flotó, por lo que fue en ese momento en el que descubrió de que se encontraba ante ámbar auténtico.

En concreto, lo que Britta Krause había recogido de la playa era un trozo de ámbar del tamaño de una mano y un peso de 190 gramos. Tal y como recoge el medio de comunicación alemán Nordkurier, Matthias Alberti, del Museo Geológico y Mineralógico de Kiel, estima que la antigüedad del ámbar es de unos 35 millones de años.

El experto ha detallado que el ámbar brilla de un color blanco azulado o verdoso bajo la luz ultravioleta, se puede rayar fácilmente con una uña y puede ser confundido con el fósforo blanco.

En ese sentido, Alberti ha alertado de que el fósforo blanco es peligroso y se enciende espontáneamente al entrar en contacto con el oxígeno, por lo que si se realiza un descubrimiento como el de Britta Krause lo más recomendable es no llevar el objeto directamente sobre el cuerpo.

El miembro del Museo Geológico y Mineralógico de Kiel ha explicado que en los próximos meses se va a estudiar el ámbar a través de la técnica de la tomografía computarizada para detectar posibles inclusiones en la resina fosilizada como insectos.

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