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Ni DNI ni pasaporte: la universidad de Harvard explica el elemento que determina nuestra edad

Ni DNI ni pasaporte: la universidad de Harvard explica el elemento que determina nuestra edad

Es fundamental prestarle atención.

Dos manos de mujer con las uñas al natural.Getty Images

Hay documentos como el DNI o el pasaporte donde se especifica nuestra edad cronólogica, pero existe un factor que puede revlear nuestra edad biológica, también muy importante, y se trata de la velocidad de crecimiento de nuestras uñas.

David Sinclair, profesor de la Facultad de Medicina de Harvard explica a Galmour que basta con observar las uñas para obtener información sobre el estado de nuestra salud y el ritmo al que envejecemos.

La importancia de la edad biológica

Nuestra edad cronológica solo es un número en nuestros documentos de identidad, pero la edad biológica refleja realmente cómo envejece nuestro cuerpo. Determinarla es clave, ya que puede advertir sobre la probabilidad de desarrollar enfermedades, la rapidez con la que avanzará el proceso de envejecimiento y cuánto tiempo podemos vivir en condiciones saludables.

Si alguien tiene una edad biológica inferior a su edad cronológica, significa que su cuerpo envejece más lentamente, lo que se traduce en una vida más larga y saludable. Mientras que algunos signos del envejecimiento, como las arrugas y la rigidez corporal, son evidentes, hay otros menos perceptibles que ocurren a nivel celular. Entre ellos, el crecimiento de las uñas.

¿Cómo influyen las uñas en nuestra edad biológica?

Sinclair explica que la velocidad de crecimiento de las uñas es un indicador clave del envejecimiento: "La tasa de crecimiento lineal de las uñas es una forma sencilla, económica y no invasiva de medir el envejecimiento". A lo largo de la vida, este crecimiento disminuye en un 50%. Un estudio con 271 personas, de entre 10 y 100 años, demostró que, a partir de los 30 años, las uñas crecen un 0,5% menos cada año.

Curiosamente, los hombres tienen una tasa de crecimiento más rápida que las mujeres hasta los 60 años, pero en la octava década de vida, el crecimiento es mayor en las mujeres. Así que cortarse las uñas con frecuencia puede ser una buena señal. "Presto atención a si el crecimiento de mis uñas se ralentiza o no. Cada vez que las corto, me pregunto cuándo fue la última vez que lo hice", señala el experto.

El crecimiento de las uñas depende de un flujo constante de oxígeno y nutrientes a través de la sangre. Con el envejecimiento, la circulación sanguínea disminuye, especialmente en las extremidades, lo que ralentiza este proceso.

Señales de alerta en las uñas

Más allá del envejecimiento, ciertos cambios en las uñas pueden ser signos de problemas de salud subyacentes. Se recomienda acudir al médico si se presentan:

  • Cambios en el color de las uñas o desprendimiento.
  • Inflamación, enrojecimiento o dolor alrededor de la uña.
  • Hipersensibilidad o fragilidad extrema.

Estos síntomas pueden estar relacionados con enfermedades como psoriasis, anemia, problemas de tiroides, diabetes o enfermedades cardíacas, pulmonares y hepáticas.

Las uñas no solo son un aspecto estético de nuestro cuerpo, sino una fuente de información valiosa sobre nuestra salud y envejecimiento. Prestar atención a su crecimiento y estado puede ayudarnos a detectar a tiempo problemas de salud y entender mejor nuestro propio envejecimiento.